La Biblia enseña que “cual es el pensamiento del hombre, el tal es”. Si pensás de forma generosa, serás generoso y tendrás una vida generosa.
Además el generoso será exaltado, esto significa, afirmado, bendecido, querido y valorado por aquellos que comparten su vida.
Hay personas que son mezquinas en su forma de pensar y de actuar, por eso viven una vida de mezquindad.
Aun los cristianos no están libres de este comportamiento, por eso a veces es más fácil que un incrédulo se convierta a que un creyente mezquino se vuelva generoso.
Tu nivel de generosidad determinará tu nivel de prosperidad y tu capacidad para poder disfrutar de las cosas.
Programate para ser generoso, ya que esto es una decisión y no un sentimiento, y se ejercita al desarrollarlo en el tiempo.
Entrenate en dar para cultivar los hábitos que bendigan tu vida y la de tu familia, ya que la Biblia enseña que más bienaventurado es dar que recibir.
Disponete a pensar de forma generosa:
- Cuando pienses en tu futuro, hacelo de forma generosa.
- Cuando pienses en el futuro de tus hijos, hacelo de forma generosa.
- Cuando pienses lo que recibirás, hacelo de forma generosa.
- Cuando pienses en dar, hacelo de forma generosa.
Porque pensando de esta forma, terminarás actuando en consecuencia. Entonces serás exaltado y tu vida será plena de verdad.
Si hasta hoy no has podido disfrutar de las cosas, o no te sentís bendecido como deberías estarlo, lejos de pensar en tener más tendrías que pensar en dar más.
No te olvides que, para cosechar generosamente, hay que sembrar generosamente, y esto no solo se aplica a lo material, sino a todas las áreas de la vida.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo puedas pensar de forma generosa, actuar en consecuencia, y logres entrar al nivel de disfrute que está reservado para los generosos.
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