LA EPOCA DE LA INFORMACION
La forma en que tu mente es bombardeada diariamente con mensajes de todo tipo, va cambiando sin que nos demos cuenta y cada día aumentan los niveles de información a nuestro alcance. Desde los mensajes del marketing a los mensajes políticos, los mensajes que llegan de izquierda y derecha, los de arriba y los de abajo, en todas las direcciones nuestra mente es afectada por mensajes, miles por día! Todos quieren transmitirnos algo desde sus intereses.
Impresionante! Nuestra mente es afectada por la necesidad de no quedar desactualizada de información en una realidad altamente cambiante; mientras que el presente nos lleva a tomar decisiones instantáneas, muchas veces emocionales y en esa tensión vivimos, es cuando el futuro pareciera alejarse cada vez más de nosotros.
Cuanto tiempo pasas leyendo el diario tratando de enterarte de alguna noticia que te revele algo interesante que realmente te sirva? Cuántos son los momentos que la televisión o la radio te retienen? La pobre mente no descansa nunca. La información que recibe es inmensa, porque debe de asesorarte en la toma de decisiones y en vez de paz, te tensiona más aún, porque la cantidad de información recibida no puede ser digerida ni interpretada. En esta época de la información dejaron de existir las enciclopedias como las fuentes del saber. Ahora, todo es YA, los negocios tienen que darse YA, las pruebas de amor son YA, los objetivos son para YA, aún queremos recibirnos y tener el título cada vez en menos tiempo.
El ayer quedó obsoleto. Todos compramos las ropas de última moda, el último celular, el nuevo champú, el shopping, el auto nuevo que viene con una nueva tecnología, y así tenemos miles de ejemplos. La frase: “Que tienes de nuevo?” señala esta época. Seguramente compraste algo hoy que mañana ya es viejo. No estoy en contra de lo nuevo, al contrario, yo mismo soy consumidor de lo nuevo y esta PC comprada hace menos de un año ha quedado desactualizada y estoy pensando en otra…
La SABIDURIA MILENARIA enseña otras cosas, son las mismas que existen y no cambiaron por casi 2000 años y tienen amplia vigencia hoy para el que realmente se atreva a “pensar” y “actuar” con coraje. San Pablo se coloca de ejemplo cuando dice: “Sigan practicando lo que les enseñé y las instrucciones que les di, lo que me oyeron decir y lo que me vieron hacer.” Se las enseñé, los instruí, ustedes me escucharon y me vieron hacerlas. Yo soy testigo que se puede.
Nos compite a nosotros, los que nos declaramos cristianos, de ser ejemplos para otros, ocupar ese lugar de enseñar, de instruir, de decir y de hacer. Estar informado de nada sirve; saber y no demostrarlo para nada aprovecha. Tenemos que enseñar, instruir, declarar y hacer, ésa es la clave, entonces los demás creerán.“Háganlo así y el Dios de paz estará con ustedes.” Te atreves a confiar que Dios está contigo? Éste es nuestro tiempo de iluminar. Vamos!
Elias Bajer (elias @ businessandswing.com)