“Examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5.21)
Para retener lo bueno debemos examinarlo todo, y para examinarlo todo debemos tener amplitud de criterio y alejar los preconceptos de nosotros.
La Palabra dice “examinar” y no “experimentar”, ya que el examinar previene consecuencias, pero el experimentar trae consecuencias.
Examinar significa analizar cuidadosamente, a conciencia, y no de forma liviana.
- Hay que dedicar tiempo.
- Hay que dedicar esfuerzo.
- Hay que tener aprecio por la verdad.
- Hay que tener aprecio por lo bueno.
Retener significa incorporar, apropiarnos y recibir.
- Hay que filtrarlo por medio de la Palabra de Dios.
- Hay que discernirlo en el espíritu.
- Hay que analizarlo por medio de la voluntad de Dios para mi vida.
- Hay que retenerlo más allá de mis gustos personales.
Cuantas más alternativas se hayan examinado mayor relevancia tendrá lo bueno, porque habrá surgido de un examen más amplio.
Necesitamos entender que esto es un mandato, no una sugerencia, y por lo tanto obedecerlo.
Sea una persona, un producto, una posibilidad laboral, una inversión; para retener lo bueno es imprescindible primero examinarlo todo.
Este principio hará que decidas correctamente, evitándote frustraciones y haciendo que te equivoques menos. Y sobre todo producirá que tu vida retenga solamente lo bueno y deseche lo demás.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo tengas la disposición para examinarlo todo y la fortaleza para retener solamente lo bueno.
Por Daniel González