REFLEXIÓN VIERNES 18 DE MARZO DE 2016.
“Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos” Isaías 3:10.
A veces nos encontramos con personas cuya conversación se enfoca siempre en lo negativo. Si le preguntas ¿Cómo te va?, de seguro su respuesta es -Ahí como cuando usted era pobre-.¿Y cómo anda tu salud?, -Muy mal, creo que de este año no paso-. Esto puede sonar un poco trágico, pero muchos marcan sus vidas con su forma de expresarse. Dejemos que sea el Dios Altísimo el que cambie nuestra forma de hablar y en vez de estar profiriendo cosas tristes, en vez de que nuestras palabras estén saturadas de dudas, de resentimiento, de desgano y temor, aprendamos a expresar constantemente cosas buenas que edifiquen nuestras vidas.
Algunas personas ponen su fe en las cosas negativas. Hablan mal de su trabajo, de su cónyuge, de sus hijos, de su salud, de sus finanzas, y entonces ¿Que esperan recibir?. Si maldigo, el primer afectado soy yo. Si bendigo el primer beneficiado seré yo y los que me rodean. No siempre nuestra vida es color de rosa. No siempre andamos volando en la nube como el Office 365, Pero, porque no lo pensamos un instante e independientemente de nuestras circunstancias, comenzamos a bendecir desde hoy a nuestro cónyuge, a nuestros hijos, nuestras vida física y espiritual, nuestro trabajo, y que mejor que hacerlo como dice la palabra de Dios. “Dígale a los suyos que les irá bien porque comerán del fruto de sus manos”Isaías 3:10. Bendiga siempre y evite el maldecir, porque eso no edifica.
Dios espera que trabajemos pero también quiere que disfrutemos de sus recompensas. Ya sea que el Señor te haya bendecido con grandes riquezas ó solo con lo suficiente para cubrir tus necesidades y pagar tus cuentas, tómate el tiempo para disfrutar del fruto de tu labor y, ante todo, no dejes nunca de alabar y bendecir el nombre de nuestro Dios, porque de su mano poderosa hemos recibido todo lo que somos y todo lo que poseemos. Él nos permite gozar del bien de todo nuestro trabajo.
¿Ya hoy levantaste tus manos al cielo y diste gracias al Eterno Dios por todas las bendiciones que has recibido de su divina mano?
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: Tu palabra dice que de la abundancia del corazón habla la boca, por eso te suplico que llenes el mío de tu buen tesoro y que tu amor, tu gozo y tu paz abunden en él. Permíteme sacar de mi corazón en todo tiempo, independientemente de mis circunstancias, cosas buenas y edificantes. Confirma mi corazón en toda buena palabra y obra, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Amén y Amén.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
ARBEY SERNA ORTIZ