REFLEXION VIERNES 29 DE JULIO DE 2016.
“¿Por
qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios;
porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.”
Salmo 42:5.
Dicen
los expertos en estos temas que el miedo, la ira, el asco, la alegría,
la sorpresa y la tristeza, son emociones básicas del ser humano.
¿Quién
en algún instante de su vida no se ha sentido triste, abatido,
derrotado y abandonado, cuando nuestras expectativas no se ven
cumplidas ó cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que
alegres?
El Salmista le pregunta a su alma acerca de esa tristeza que lo invade:
“¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí?”
Salmo 42:5ª.
A pesar de su quebranto, sabía con certeza quien era la fuente de su confianza y a renglón seguido le ordena a su alma:
“Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.”
Salmo 42:5b.
Cuando
estás sumergido en el dolor, cuando aún tu familia y amigos te
abandonan, cuando parece que no hay ninguna salida posible a tu
dificultad y te abaten las tinieblas,
¿A dónde acudes?
En esos oscuros instantes cuando parece que no hay salida, Dios puede proporcionarla.
¿Te hayas en medio de un desafío?
Dios
puede ayudarte usando fuentes increíblemente inesperadas. En tiempos
así en los cuales nos sentimos impotentes y sin fuerzas, solamente Dios
es necesario, solo Él puede quitar nuestra
aflicción y darnos fuerzas.
ORACION
“Soberano
Dios y Padre Celestial: Gracias por enseñarme a depender de tu
Soberanía, de tu suficiencia y de tu misericordia. Gracias, Dios mío,
por el cuidado que siempre me das, gracias por tomarme de la mano y
cubrirme con tus alas, por amor de tu nombre. Solo tú sanas los
quebrantos de mi corazón y vendas mis heridas; abres camino en el
desierto y ríos en la soledad. En tu presencia hay plenitud
de gozo, en el glorioso y poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
Amén y Amén.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
ARBEY SERNA ORTIZ