DESDE EL CIELO AL VALLE
Jesús eligió ser un niño del valle. Antes de venir a la tierra Él vivía en gloria aun mayor de lo que puedas imaginar. El Hijo del Rey del universo. Sentado a la diestra de Dios. Él es Dios. Y sin embargo, escogió a abandonar su trono y entrar en el mundo de los valles. Eligió vivir entre aquellos sin esperanza y perdidos de la creación. Se humilló a sí mismo, se negó a sí mismo, se vació a si mismo por causa de nosotros. Y fue a la cruz en vergüenza para crear un puente entre el valle y la cima de la montaña.
El valle es un lugar frío y cruel para vivir. Está definido por la ceguera, la sequía y el hambre. Puedes sentir el rechazo, el dolor, la inseguridad, el temor y la confusión. Puedes oler la desesperación y el dolor. Puedes sentir la angustia y la tristeza. Y el valle no tiene nada que ver con los ingresos o la condición social. Es un estado del corazón. Es cualquier lugar alejado del conocimiento y confianza en Dios.
Jesús vino al valle para traer esperanza, amor y compasión, para traer vista a los ciegos y para mostrar una salida. Él vino a traer nueva vida a los que estaban muertos. Él fue al valle porque allí es donde vivían las personas perdidas. Y, sin embargo, a veces, aquellos a los que él ha hecho libres nunca se toman el tiempo de mirar hacia atrás. Nunca hacen un esfuerzo por regresar al valle para ayudar a otros a encontrar la salida. Nunca van al valle de la deseperación para llevar esperanza.
"Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10, NVI).
NICKY CRUZ