VIERNES 23 DE SEPTIEMBRE 2016.
“Luego Moisés le dijo:
“Si tu Presencia no va conmigo yo no me moveré.” Éxodo 33:15.
Moisés
hablaba así con el Eterno Dios, intercediendo por el pueblo hebreo.
Sabía que sus fuerzas eran limitadas al igual que su conocimiento,
pero también conocía que grande, poderoso y soberano, era el Altísimo
para conducirlo a él y a su pueblo. por el desierto.
¿Qué desierto debes atravesar?
ó
¿Ya estás atravesándolo?
Cada
día debemos enfrentar diversas batallas: En nuestro trabajo, en el
estudio, en el hogar con nuestro conyugue, nuestros hijos nuestra
familia, asi como en la toma de decisiones
cada segundo del día, etc. Dicen sabiamente las Abuelitas que: -Debemos salir de nuestras casas bien encomendados al Señor-.
En un mundo tan riesgoso como en el que vivimos, lo primero que debemos
hacer al levantarnos y antes de salir a cumplir con nuestras tareas, es
buscar el rostro de Dios, presentarle nuestros planes, nuestros anhelos
y todo lo que hay dentro de nuestro corazón.
Como Moisés debemos decirle: “Si tu Presencia no va conmigo yo no me moveré.”
Éxodo 33:15.
Pero…¿Por qué anhelar la presencia de Dios en cada paso que damos?
Porque
cuando estamos disfrutando de la presencia del Dios Altísimo, todo a
nuestro alrededor cambia y los desiertos que debemos cruzar se
convierten en un paraíso, a pesar de las
dificultades que debamos enfrentar: “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación,
y mi bendición sobre tus renuevos.” Isaias 44: 3.
La
presencia de Dios es majestuosa y, a la vez calurosa. La presencia de
Dios nos da sabiduría, nos da gozo, nos da paz, nos da fuerza, nos
da socorro, su presencia es Amor. Es en su presencia donde todo orgullo
se desvanece, donde toda depresión se esfuma, donde toda amargura se
deshace y donde toda tristeza se convierte en alegría. Es en su
presencia, donde la vida adquiere sentido.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:
“Perdóname SEÑOR por caminar sin tu compañía. Perdóname SEÑOR por tomar
decisiones en mi propia sabiduría y no incluirte en mis planes. Solo en
tu compañía encuentro paz, amor gozo. Tú me das dirección y por eso
camino seguro. No hay nada ni nadie que iguale
tu grandeza, tu poder y tu gloria me sostienen, tu amor y tu
misericordia van conmigo, en el poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.”
Amén y Amén
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
ARBEY SERNA ORTIZ