“Por lo cual tuve miedo…”.
Mateo 25.25
Como creyentes sabemos que debemos alejar el temor de nuestras vidas ya que este nos condiciona y nos paraliza.
En muchas ocasiones es imposible evitar el miedo en algún momento puntual, pero sí es posible canalizarlo adecuadamente.
El siervo tendría que haber tenido más temor de no multiplicar el talento que de perderlo, de esta forma ese temor lo hubiera inducido a actuar correctamente.
Las personas que se destacan por lo general manejan el temor de esta forma y lo aprovechan de manera positiva.
Que el temor a no desarrollar todo el potencial que Dios puso en vos sea mayor al temor de fracasar en algún aspecto de la vida.
- Orar por un enfermo y que no se sane.
- Emprender un negocio y que no prospere.
- Iniciar una relación y que no funcione.
- Comenzar una carrera y que no sea la adecuada.
En definitiva, si tenés que ser recriminado por algo que sea por haberlo intentado y no por no haber actuado.
Yo bendigo tu vida para que el miedo nunca te limite y puedas desarrollar todo el potencial que Dios puso en vos.