REFLEXIÓN VIERNES 7 DE ABRIL DE 2017.

“El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.”Miqueas 7:19.

Nuestro Dios y Padre y Celestial, nos conoce íntimamente. Él lo sabe todo y espera que seamos nosotros mismos los que tomemos la decisión de confesarle ese pasado triste y doloroso. Mientras no lo hagamos, seguiremos esclavizados de nuestras fallas y errores del pasado que no nos permiten mirar hacia adelante y avizorar un futuro venturoso.

El freno que muchos se han impuesto en sus vidas es el de estar mirando su pasado, lamentándose de lo que pudo ser y no fue. Viven tristes y derrotados, sin poder experimentar el gozo y la paz que Dios desea para cada uno de nosotros. Piensan permanentemente que eso que, en cierta ocasión sucedió, no tiene perdón de Dios. Dice la Escritura que: “Hay gozo en la presencia de los ángeles por un pecador que se arrepiente.” Juan 15:10 y el Dios Altísimo: “Volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” Miqueas 7:19.

Dios, al contrario de nosotros, sepulta nuestros pecados en lo profundo del mar y nunca más hace memoria de ellos. Todo lo malo que te sucedió en el pasado, hoy es solo eso: – PASADO- Dios tiene un presente y un futuro glorioso para todos aquellos que entregan su vida y confían en su amado Hijo Jesucristo. En Él, todas las cosas son nuevas.

¿Te atormenta ese pasado triste? ¿Crees imposible encontrar una solución? Vive el presente, pero aferrado a la mano de aquel que todo lo ve, que todo lo sabe y que, a pesar de todo lo que ha sucedido en tu vida, TE AMA.

ORACIÓN

“Soberano Dios y Padre Celestial: ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvidas nuestro pecado? No retienes para siempre tu enojo, porque te deleitas en misericordia. Si mirares a los pecados, no podría mantenerme. Aún lo más oculto de mi vida lo sabes, pero en ti hay perdón; para que tu nombre sea exaltado y reverenciado. Todo lo haces nuevo, todo lo transformas. Tú renuevas mi vida y me das una nueva manera de pensar. Abres camino en el mar y senda en las aguas impetuosas, sea tu nombre glorificado, en el poderoso nombre de nuestro Señor Jesucristo, quien murió, resucitó y por su infinito amor, lavó todos mis pecados con su sangre, dejando atrás todo mi pasado y haciéndome una nueva criatura, para la gloria de su nombre.” Amén y Amén.

-FELIZ FIN DE SEMANA-

ARBEY SERNA ORTIZ