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General: CÁRCEL
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Néstor Barbarito  (Mensaje original) Enviado: 09/04/2017 12:56

Cuando visitamos con Luisita -mi esposa- la casa de Caifás, en Jerusalén, tuvimos ocasión de bajar al sótano que habría oficiado de cárcel en la que los prisioneros esperaban el juicio del Sanhedrín. Se cree que allí estuvo Jesús desde su captura hasta que fue juzgado.

A pesar de la iluminación moderna, y la escalera y las paredes revestidas, yo sabía que Él había sido bajado con sogas a un pozo que entonces era oscuro y siniestro.

Entonces no pudimos cambiar una palabra, pero bastante más tarde ambos coincidimos  en que un dolor en el pecho y un nudo en la garganta nos habían oprimido. Recién unos cuantos días más tarde pudimos dar rienda suelta a ese dolor. Y ya de vuelta a casa logré expresar por escrito lo que había sentido en aquella ocasión, que por cierto, no fue muy distinto de lo que ella sintiera, según nos lo confiamos entonces.

Lo comparto con ustedes:  


                   CÁRCEL

he visto tu cárcel, Señor, el calabozo 

en el que soportaste la triste noche aquella

en que todos tus amigos te habían abandonado

y Pedro, al calor del fuego te negaba.


Vi con los ojos del alma

cuando te bajaban al infame pozo aquel,

los esbirros de Caifás sin miramientos.

Con los ojos del alma te vi llorar en tu abandono.

No por miedo, ¡no! mas por tristeza.

Siendo la Luz, quedabas en tinieblas;


Vos, que habías venido al mundo

para que el mundo se encendiera;

cambiara las sombras de su noche

por la brillante luz de un claro día.

 

Querías sacar a los hombres de sus cárceles

de odio y egoísmo, esclavitud y muerte,

y pagaban tu entrega con la cárcel,

con el odio y con la muerte.


El corazón golpeaba dentro de mi pecho, 

asombrado y conmovido.

Cómo pudo pasar aquello,

¡cómo pudo!:

la ternura y el amor

encadenados en esa lóbrega mazmorra

cuatro metros bajo tierra.

 

De pronto comprendí

por qué lloraba tu hermano Francisco,

“el Pobrecito”,

contemplando tu agonía,

que no había terminado en aquel Huerto

ni en este calabozo.

Que no terminaría sino hasta el fin de los tiempos;

que se iba a prolongar en cada hombre,

en cada mujer, cada niño que sufriera injusticia,

soledad, pobreza o dolor.

 

No pude llorar entonces, Señor, 

porque…no pude.

Vos querías quizás que yo guardara

sin darle rienda suelta,

aquel dolor clavado en mi costado;

una lanza de dos filos en mi pecho

como la que hiriera el tuyo.

 

Tal vez querías que guardara aquel dolor

para llorarlo luego,

entre las paredes benditas

de la pequeña Porciúncula;

la capillita aquella donde tantas veces

Francisco  llorara

porque "el Amor no es amado". 

 

Gracias Jesús, Hermano mío,

por ofrecerme la ocasión de comprender mejor

tu abajamiento y tu entrega,

y sentirme a un tiempo culpable y solidario.

No dejes, Señor, que lo olvide

ni siquiera un instante mientras viva.

 

**************************************************   



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 10/04/2017 01:44


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Gracias Jesús, Hermano mío,

por ofrecerme la ocasión de comprender mejor

tu abajamiento y tu entrega,

y sentirme a un tiempo culpable y solidario.

No dejes, Señor, que lo olvide

ni siquiera un instante mientras viva.


Le agradezco mucho este mensaje Hermano, El Señor no permita que olvidemos la grandeza de su Amor y Sacrificio vicario, solamente por amor a nosotros. Muchas gracias, mis cariños a Luisa.

Araceli




Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: hectorspaccarotella Enviado: 10/04/2017 13:18
gracias querido amigo, hermosa reflexión!!

HÉCTOR


 
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