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“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24-35)
En antaño, la palabra que una persona le daba a otra, máxime en los negocios, tenía mucha credibilidad y validez. Había respeto y honorabilidad en el cumplimento de los compromisos efectuados mediante ella. En cambio hoy…, es necesario asegurar los compromisos verbales efectuados, con muchos testigos, con contratos, autenticaciones notariales, con sellos y más sellos y, aun así, se incumplen y se evaden esas promesas. Un ejemplo rápido y sencillo de la validez que ha perdido la palabra, lo podemos detectar al escuchar las promesas de algunos políticos, cuando están en campaña.
Algunos piensan que la palabra de Dios es exagerada, pero lo cierto es que toda la palabra de Dios es verdad, santa, perfecta y tiene un cumplimiento exacto, en el tiempo dispuesto por Él. Desde el comienzo de la creación hasta hoy, con su palabra Él dijo y fue hecho. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Mateo 24:35. Lo que Él dice lo cumple, su palabra es como fuego y como martillo que quebranta la piedra. En su palabra podemos depositar toda nuestra confianza.
De igual manera, nos advierte el Señor en el Libro de Apocalipsis, de no añadir ni quitar palabra alguna de su Santa Escritura. En la Biblia está contenido todo lo que necesitamos saber, no requerimos ampliar ni recortar lo allí expresado por Dios, Él y solo Él, tiene el control. Él lo dijo y Él lo cumple.
“Soberano Dios y Padre Celestial:” Con tu palabra llamaste a los espacios para que existieran, pusiste las nubes en su lugar; estableciste la atmósfera en la cual podemos vivir, separaste las aguas y la tierra y me diste aliento de vida. En los cielos mismos afirmarás tu verdad, porque tuyo es el brazo potente; Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra; Misericordia y verdad van delante de tu rostro. Grande es tu nombre en toda la tierra, te alabaré con todo mi corazón; hablaré de tus maravillas. “Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino." Glorificado seas por siempre, Soberano y Eterno Dios, en el precioso nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
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Que interesante hermano, a veces escuchamos mensajes tan extensos y complicados que dan tantas vueltas a la verdad, explicándolo de tantas maneras diferentes para la gente lo entienda que parece desvirtuar el verdadero mensaje que la palabra de Dios, presenta tan claramente.
Cuando el mensaje es tan comprensible que para entenderlo solo hay que abrir el corazón.
Muy bueno. Gracias.
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Mateo 24:35
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