Cuando decides seguir a Dios, todo lo que alguna vez tuvo el poder de retenerte debe dejarte ir. ¡Esas son buenas noticias! “Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová” (Génesis 24:50-51).
Labán y Betuel representaban las antiguas autoridades en la vida de Rebeca que una vez la retuvieron. Sin embargo, todo lo que podían decir ahora era: “No podemos decir una cosa u otra porque esto viene del Señor”. En otras palabras, ¡No hay poder del infierno, ni falencia, ni experiencia pasada, ni palabras que se hayan pronunciado acerca de tu vida, que puedan impedirte ser todo lo que Dios te ha llamado a ser en Cristo! Las puertas de cada prisión deben abrirse, todas las ataduras deben dejarte libre. Todo lo que tienes que hacer es levantarte y escuchar la voz de Dios.
Te prometo una cosa: ¡Tendrás una vida increíble cuando decidas vivir para Dios! Sí, cuando te decidas a seguirle completamente, habrá días difíciles. Sin embargo, cuando llegues al final de tu jornada, te darás cuenta de que no cambiarías ni un día, porque habrás glorificado el nombre de Cristo.
Por supuesto, al igual que Rebeca, cada uno de nosotros debe tomar la decisión de seguir a Cristo completamente. Es una elección personal caminar en pureza, estar disponible para las necesidades de los demás, conocer la generosidad del Padre, y ser capaces de contarles a los demás acerca de ello. Así que, el mensajero que está delante de ti, el Espíritu Santo, te está preguntando hoy: “¿Serás una esposa apta para el Hijo de mi Maestro?”
CARTER CONLON