REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 4 DE AGOSTO DE 2017.
“Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.” Marcos 1:40-41.
Para recibir algo de JESÚS es necesario tomar la decisión personal de acercarse a Él, postrarse y adorarle y someterse a su infinita voluntad y misericordia. Eso fue lo que hizo este hombre confiarse a la soberanía de JESÚS.“Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.” Marcos 1:40.
La lepra, en la Biblia, es símbolo de pecado en toda su expresión; el que padecía de esta enfermedad era separado de la sociedad y solo el sacerdote podía diagnosticarlo limpio. Por eso Jesús le ordenó presentarse ante el sacerdote para que este diera testimonio de su purificación.
Cuantos de nosotros decimos: Yo no mato, no robo, no hago esto ó aquello, pero practicamos otro tipo de cosas comparables con la lepra como: Adulterio, fornicación, lascivia, idolatría, hechicería, pleitos, celos, iras, orgías y cosas semejantes, como dice la Escritura.
Todos necesitamos ser limpios de algo cada día, por eso es necesario venir a Jesús en actitud de adoración, independientemente de las cosas malas en que hayamos incurrido, con la plena seguridad que Él quiere sanarnos. Él quiere que nos presentemos ante los demás para que vean el cambio que ha generado en nuestras vidas. JESÚS quiere que demos testimonio, para que digan de nosotros: -Este hacia esto y aquello, pero ya hoy, es alguien diferente.-
JESÚS, el Hijo de Dios, quiere limpiar nuestra relación con nuestro conyugue, con nuestros hijos, con nuestras familias y, en todas las actividades de nuestra vida, mostrar su toque divino. Él quiere darnos sanidad espiritual y aún física. Él quiere que te acerques y le expreses, con tus propias palabras, tus anhelos y proyectos; que le adores con todo tu corazón, confiado en su poder y su infinita misericordia.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: ”Me acerco a ti, en el nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, confiado en que tu limpias de mi vida todo lo que interfiere mi relación contigo. Tú conoces mi mente y mi corazón y nada puedo ocultarte. Reconozco a tu Amado Hijo como mi SEÑOR y mi SALVADOR y sé que, por tu misericordia, tomas el control de mi vida y la limpias, para que en todo, Dios y Padre Celestial, te dé la honra y la gloria, en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amen.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
ARBEY SERNA ORTIZ