Hoy nuestra sociedad está rota. Tenemos escuelas fuera de control, líderes confundidos, sistemas bancarios en colapso, desempleo generalizado, programas sociales incontrolables y una completa ruptura de los valores morales. Y para colmo, la tierra podría estar parada al borde de una catástrofe nuclear. En resumen, las cosas parecen estar girando fuera de control.
¿Cómo es posible que los creyentes se mantengan firmes y estables en medio de todo este caos? El autor de Hebreos nos responde: Debemos ver a Jesús en todo lo que está sucediendo en nuestras vidas (ver Hebreos 2:9).
Algunos pueden preguntarse: “¿Cómo podría el Señor estar en algo así? ¡Siento que tantas cosas en mi vida están fuera de control!” Permíteme darte un ejemplo de la Escritura. Estoy hablando de un hombre cuyo mundo fue puesto al revés por el caos, sacudiendo los fundamentos mismos de su fe. Sin embargo, en medio de todo, él vio al Señor.
En su hora de gran tribulación, el apóstol Esteban permaneció inconmovible mientras una turba de aborrecedores de Cristo lo rodeaba, armados de piedras y listos para matarlo. Esteban sabía que sólo le quedaban unos pocos minutos de vida, pero estaba lleno de paz y tranquilidad. ¿Cuál era el secreto de la resistencia de este hombre?
En ese mismo momento, Esteban testificó: “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre [Jesús] que está a la diestra de Dios” (Hechos 7:56, énfasis añadido). Él mantuvo fijos sus ojos sólo en Jesús. Él pudo enfrentar una muerte cruel sabiendo que Jesús estaba con él en todo momento.
Estoy convencido de que el ejemplo de Esteban tiene algo de gran importancia para todos los que aman y sirven al Señor. Es esto: Cuando verdaderamente vemos a Jesús en medio de nuestras aflicciones y dificultades, siempre lo escucharemos decirnos: “¡No temas!”
DAVID WILKERSON