REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 1º. DE SEPTIEMBRE DE 2017.
“Que el amado del Señor repose seguro en él, porque lo protege todo el día y descansa tranquilo entre sus hombros.” Deuteronomio 33:12.
¿Cuántas veces nos hemos sentido solos, cansados y sin fuerzas para seguir caminando en esta vida, en medio de las circunstancias difíciles tanto familiares, como conyugales y laborales que a diario se nos presentan? En toda la Escritura, El SEÑOR nos recuerda siempre que no estamos solos y nunca nos deja desamparados. Él es un Dios presente en cada una de las actividades de nuestras vidas.“Confía al SEÑOR todas tus preocupaciones, porque él cuidará de ti” Salmo 55:22.
EL Dios Altísimo nunca permitirá que el justo quede derribado para siempre. Cuando lleguen los problemas y nos acose la duda, la impotencia y la angustia, podemos decir: Pondré toda mi confianza en ti Padre Celestial, porque tu poder me guarda y me sostiene, tu peleas todas mis batallas. “Que el amado del Señor repose seguro en él, porque lo protege todo el día y descansa tranquilo entre sus hombros.” Deuteronomio 33:12.
Cuando fatigados del camino, nos acercamos confiadamente a nuestro Padre Celestial y le confiamos todas nuestras preocupaciones, Él disipa nuestra tristeza y se lleva nuestras angustias; descansaremos plácidamente bajo su cuidado, independientemente de la situación que estemos afrontando.
¿Cuántos problemas y dificultades afrontas hoy? No estás solo, (a), puedes levantar tus manos cansadas al Dios y Padre Celestial, en el nombre de su amado Hijo Jesucristo, contarle todo eso que acongoja tu corazón y nubla tu mente. Puedes descansar en aquel que nos ama, que todo lo puede, Él es el Poderoso, el Soberano y el Eterno Dios.
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: Tu das fuerzas al cansado y poder al indefenso. Correré sin fatigarme y caminaré sin cansarme, porque tú, SEÑOR, renuevas mis fuerzas. Gracias porque me pones sobre tus hombros y me cargas gozoso todo el día. Solo en ti encuentro descanso y puedo habitar confiado. Aunque mi carne y mi corazón desfallezcan, la roca de mi corazón y mi porción eres tú, oh Dios, para siempre. Me sostienes con tu mano derecha, me guías con tu consejo y tu sabiduría. En prados delicados me haces descansar, alegras mi alma y reconfortas mi espíritu, en el glorioso y poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
- FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ