Fuerzas

"Me da nuevas fuerzas, y me lleva por caminos rectos haciendo honor a su nombre." Salmos 23:3 "

Hay otra versión que dice "confortaras mi alma". Pero la idea es siempre la misma. Para David, Dios era su Pastor. Era aquel que lo cuidaba y lo guiaba. Era esa mano firme que le marcaba el camino. Era el que le daba fuerza. 

El sabía muy bien que significaba ser un buen pastor. Era él quien guiaba al rebaño para darle lo mejor. Era el responsable de encontrar los mejores pastos, el agua más cristalina, la sombra más agradable, el lugar mas seguro. 

El pastor era el referente del rebaño, las ovejas lo conocían y confiaban en él. David sabía eso. Tenía una relación muy especial con cada una de sus ovejas. Las amaba a cada una de manera especial y las cuidaba individualmente. 

Y cuando alguna estaba enferma o debilitada, David le dedicaba especial atención. No la dejaba abandonada, la vigilaba y la alentaba para que no decaiga. 

David sabía que era ser un buen pastor, y por eso reconoce que Dios es Su Pastor. Es agradable pensar que Dios tiene esa dedicación con nosotros. Que nos presta la misma atención a cada una de nuestras necesidades. El nunca se duerme. 

Y me alienta pensar en esta afirmación divina: Dios me da nuevas fuerza. Cuando ya estoy cansado, cuando ya baje los brazos, cuando las circunstancias cotidianas me ganaron la batalla y solo vivo en los fracasos, Dios me da nuevas fuerzas. 

Tal vez hoy no estas en tu mejor momento, tal vez estas desanimado, o tal vez estas eufórico de tantos triunfos. Puede ser que estés triste y desconsolado o feliz y entusiasta. Puede ser que tropieces de fracaso en fracaso, o que escales la montaña del éxito. Pero algo es seguro. Dios es tu Pastor, y El te da fuerza. 

Para mantenerte en el éxito, para salir del pozo de la decepción, Dios te da nueva fuerza. El te alienta, El te protege, El te ayuda, El te cuida, Dios es el motor de las ganas para seguir adelante. 

Acuérdate de la frase de David: Dios te da nueva fuerza hoy. 

No hay excusa para detenerte.

PEDRO PABLO 

Bienvenida hermana Maribel