Gratitud constante
1° Tesalonicenses 5-18: Dad gracias en todo,
porque esa es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Leyendo este texto bíblico vemos que Dios quiere hijos agradecidos, que reciban y sepan reconocer su gran misericordia y amor. En Lucas 17-12/15 leemos:
12- Al entrar en una aldea, salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos.
13- Alzaron la voz diciendo: ¡Jesús! ¡Maestro! ¡ Ten misericordia de nosotros!
14-Jesús los envió a mostrarse a los sacerdotes, pero yendo en el camino fueron limpiados.
15- Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado volvió glorificando a Dios.
Leímos que 10 leprosos fueron sanados por Jesús de tan terrible enfermedad, sin embargo, solo uno de ellos volvió a dar gracias a Dios.
Recibimos cada día, grandes bendiciones de parte de Dios para nuestra vida y nos olvidamos de darle gracias, como los otros nueve que no volvieron. Somos más rápidos para reclamar al Señor que para agradecer.
Propongamos en este día nuestro corazón para ser agradecidos y reconocer la mano del Señor obrando en nosotros. Dios nos muestra su gran fidelidad, al darnos cada día las fuerzas necesarias y la sabiduría para enfrentar las situaciones que vivimos a diario.
Aunque la mayoría de las veces no nos damos cuenta de su amor y su cuidado para con nosotros. Dios nos muestra cada día su amor y su fidelidad para con nosotros. Hace salir el sol cada mañana y nos da la seguridad y fortaleza de saber que no estamos solos. Nos acompaña en toda necesidad, y siempre tiene preparado todo lo que nos hará seguir adelante. Grande es su fidelidad. Nuestra gratitud hacia Él debe ser constante ya que Su amor y Su cuidado para con nosotros lo es.
Oremos.
Padre amado, en este mismo momento queremos disponer ante ti nuestra vida y también nuestro corazón, para agradecerte por cada una de las bendiciones que recibimos constantemente de tu mano pródiga. Reconocemos que nos quejamos a menudo y nos olvidamos de dar gracias por tu gran amor, tu fidelidad, tu cuidado y tu provisión.
perdónanos oh Dios, nuestro egoísmo y nuestra falta de fe y de gratitud.
Enséñanos a poder corresponder tu gran amor y a aprender a expresarte nuestra gratitud con un corazón contrito y humillado ante Tu presencia. En el Nombre de Jesús, Amén.
Reflexión nº 1 del Libro:
"Paz en tiempos de crisis"
De Araceli Figueredo de Benary
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