Su hijo no recibe una marca visible en su frente o una raya en su espalda cuando viene a Jesús, así que usted tiene que hablar, orar y discernir.
Dios encarga a los padres el santo llamamiento de criar a nuestros hijos "en la disciplina y la instrucción del Señor". En esto nuestra tarea más grande es ayudarles a entender el Evangelio para que puedan confiar en Cristo y ser salvos.
El problema para los padres es que, a menudo, tenemos dificultades para discernir cuándo nuestros hijos realmente han venido a Cristo. O nos emocionamos que nuestros hijos estén mostrando interés en el Evangelio y los consideramos cristianos con demasiada rapidez, o tenemos tanto miedo de que hagan una falsa profesión de fe, que pasemos mucho tiempo sin tratarlos como hermanos o hermanas en Cristo.
Como padres tenemos una guía para saber si nuestros hijos están verdaderamente en la fe: Todo lo que estaría presente en la conversión de un adulto estará presente en la conversión de un niño, pero se mostrará de una manera diferente.
Yo tenía 19 años cuando vine a Jesús, y estaba consciente de mi nueva vida en Cristo en el momento en que tuvo lugar. Al mismo tiempo tenemos historias como la de John Piper. Él no recuerda su conversión, pero su madre estaba convencida de que llegó a la fe y no recuerda nunca haber creído desde entonces.
Nunca podremos saber más allá de una sombra de duda si nuestro hijo/a realmente ha confiado en Cristo, pero podemos ver evidencias que apuntan a una conversión genuina. Aquí hay algunas preguntas que podemos hacer cuando tratamos de discernir si nuestros hijos han confiado en Cristo.
¿Es consciente su hijo de su necesidad de un salvador?
La conciencia del pecado y la necesidad de un salvador es una necesidad absoluta en la conversión. Mientras que un niño no tendrá años de embriaguez o libertinaje por lo cual debería avergonzarse, él sabrá que ha pecado y necesita ser perdonado.
En Romanos 2, Pablo habla de la ley que está siendo escrita en el corazón de cada persona. Instintivamente sabemos que hemos pecado y hemos faltado a la gloria de Dios.
Cuando su hijo le diga que quiere convertirse en cristiano, o empieza a hablar del bautismo, pregúntele por qué está pensando en esto ahora. Que salga de él, en sus palabras a su edad, si siente o no convicción por sus pecados y sabe que necesita un Salvador. A menos que esté convencido de sus pecados, no puede saber que tiene un problema del cual necesita ser salvo.
¿Su hijo entiende la muerte y resurrección de Jesús?
Si su hijo demuestra conocimiento y convicción por el pecado, comience a hablarle acerca de Jesús. Usted no buscará darle un discurso sobre la unión hipostática o expiación sustitutiva penal. ¿Sabe que Jesús es el hijo de Dios? ¿Cree que él es real, y que él vivió la vida perfecta que nunca podríamos vivir?
Entonces debes entrar en una discusión acerca de la muerte y resurrección de Jesús. ¿Puede articular los hechos básicos sobre la muerte y resurrección de Jesús? Una vez más, usted no está buscando un tratado de nivel de doctorado, pero en sus palabras, puede
el (ella) decirle sobre lo que Jesús hizo por el (ella). Lo que ud. busca aquí es la iluminación. Al hablar de Jesús, ¿puede ver una conciencia de que entiende y sabe esto a un nivel de corazón?
¿Cree su hijo(a) que es salvo(a) por el arrepentimiento y la fe?
La otra noche leímos en el devocional de nuestra familia, acerca de la mujer que tocó el borde de la ropa de Jesús para que pudiera ser sanada. Jesús le dijo que su fe la hacía bien. Aproveché la oportunidad para hablar con nuestras hijas sobre la salvación por la fe solamente. Su papá es un pastor, su abuelo es un pastor, su tío es un pastor, y su bisabuelo era un pastor. Nunca recuerdan una época en que no se reuniesen con la iglesia cada domingo y nunca recordaron una época en la que no estaban escuchando el Evangelio en devociones familiares y en discusiones durante la vida cotidiana, así que quería asegurarme de que escucharon un claro recordatorio de que ninguna de estas cosas las hacen cristianas.
Cuando su hijo se acerque a usted acerca de convertirse en un cristiano, usted debe asegurarse de que obtenga eso. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros.”
El testimonio de la Escritura es claro, y mientras que su hijo no pueda darle un discurso sobre la justificación por la fe solamente y la justicia imputada, usted quiere que dé evidencia de que sabe que debe arrepentirse y confiar en Jesús.
¿Entiende que sus obras o su bautismo no lo hacen cristiano, sino que el arrepentimiento y la confianza en Jesús lo hacen? ¿Tiene una fe infantil en Jesucristo solamente?
¿Su hijo muestra señales de vida nueva?
Ver señales de la obra del Espíritu en la vida de su hijo no es tan evidente como lo sería en un adulto. Su hijo de seis años no va a tener el mismo tipo de testimonio que tendría un hombre con un pasado notorio, pero su salvación es sólo un milagro. Si ha confiado en Jesús, ha nacido de nuevo y el Espíritu Santo habita en él. Él mostrará evidencias de conversión.
Si los creyentes crecen en la convicción de nuestros pecados, la compasión por otras personas, y muestran el fruto del Espíritu, entonces esto estará presente en la vida de su hijo. Estará allí en forma infantil, pero estará allí.
También comenzará a ver las luces encendidas sobre él espiritualmente. Él comenzará a entender más de la verdad de Dios y demostrará una mayor conciencia de la obra de Dios en su vida. Al observar su vida, ¿ves señales de la obra del Espíritu en él?
¿Está su hijo libre de presiones externas?
El sistema de invitación, de una Escuelita Bíblica de Vacaciones lleno de presión, o un campamento para niños, y amigos que se bautizan, pueden empezar a presionar a su hijo para que haga una profesión de fe sin entender realmente el Evangelio. A menudo los niños quieren saber por qué no pueden tomar la Comunión y escuchan la respuesta: “porque aún no han sido bautizados.” En su mente la solución parece simple, “entonces permítanme ser bautizado para poder tomar la Comunión.”
Nunca se puede saber con certeza que su hijo tiene motivos puros en su deseo de convertirse en profesar a Cristo, pero debe examinar con lo mejor de su capacidad, cualquier fuerza externa que pueda estar ejerciendo presión sobre él.
Pregúntele qué le hizo empezar a pensar en esto. Puede haber sido el bautismo de un amigo, pero ¿qué pasó con el acontecimiento que lo hizo empezar a pensarlo por sí mismo?
La comunión puede haber despertado un interés en él, pero ¿sólo quiere tomar el pan y el vino, o el hecho de oír el significado de la Comunión lo atrae hacia Jesús? Todos estos son factores por los que usted pueda preguntar, pensar y orar.
Traiga siempre el evangelio a sus hijos
Su hijo no recibe una marca visible en su frente o una raya en su espalda cuando ella viene a Jesús, así que usted tiene que hablar, orar y discernir. Invite a su pastor a hablar con su hijo y hacer preguntas. Él puede ser capaz de ver y oír cosas que usted no.
Por encima de todo, sigua llevando el Evangelio delante de sus hijos. Hable de ello en la vida cotidiana, en devociones familiares, y en la mesa después del culto del domingo. Canten canciones, oren por sus hijos y arrepiéntase ante ellos cuando les han hecho daño.
La palabra de Dios nunca vuelve vacía, nuestro trabajo en el Señor no es en vano, y a su debido tiempo cosecharemos y hemos sembrado; así que, aproveche cada oportunidad para decir y mostrar a sus hijos que Jesús es mejor de la vida.
Scott Slayton (M. Div., SBTS) sirve como pastor principal en Chelsea Village Baptist Church en Chelsea, Alabama.