¿Qué es una máxima?
Un principio. Una norma. Un enunciado. Un precepto. Algo que se define como una guía moral para la toma de decisiones. Una brújula. Un desafío.
Dicho esto, quiero proponerte un desafío para estos dos meses próximos:
- Redactar cinco máximas. Sé que quedará mucho contenido afuera. Pero si escribes veinte desafíos, quedará todo diluido en un listado excesivamente ambicioso. Tómate un tiempo. Que no sea a las apuradas.
- Escribirlas en un tarjetón o en las notas de tu celular (donde sea). La idea es que quede en un lugar visible, de fácil acceso.
- Leerlas al comenzar cada día durante estos dos meses próximos.
- Hacer una evaluación sincera durante cada jornada sobre tu cumplimiento o no de cada máxima.
Éstas serán mis cinco máximas en los próximos dos meses. No será lo único a lo que quiero prestarle atención, pero me concentraré en estos puntos:
- Entregar cada día a Dios. No encarar los temas de mi vida dejándolo a Él fuera de los asuntos que me competen.
- Agradecer con detalle en relación a lo que soy, tengo y recibo.
- Recordarme que siempre habrá pendientes y que no existe la lista de tareas vacía. Siempre quedará algo por hacer. Eso no atentará contra mi satisfacción.
- Animar a que alguien vea el potencial que aún no ha desarrollado durante cada jornada.
- Ser el dueño de mi agenda, más allá de ser más o menos querido por las decisiones que tome en relación al manejo de mis tiempos.
Si así lo deseas, comparte conmigo y con algún otro tus cinco máximas para estos dos meses.
Este desafío te ayudará y me ayudará a estar enfocado en algunas prioridades de nuestra vida.
No me dejes solo.
GUSTAVO BEDROSSIAN