REFLEXIÓN VIERNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2017
“Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos.” Salmo 22:16b-17a.
Con nuestras manos podemos brindar las más tiernas caricias a los que amamos, pintar un hermoso cuadro, proveer el pan para nuestra familia ó, con ellas, actuar desordenadamente empuñando armas, propiciar golpes a otros ó apropiarnos de lo ajeno, etc.
¿Has tomado un segundo para mirar tus manos? Bueno, no interesa si reflejan juventud ó evidencian ya el paso de los años, lo cierto es que debe reconocer que son un regalo precioso de Dios y, como tal, debemos hacer buen uso de ellas.
Las manos de nuestro SEÑOR JESUCRISTO fueron traspasadas para obtener la salvación de toda la humanidad. Sus divinas manos fueron clavadas en la cruz, ofrendando allí su vida por ti y por mí: “Horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos.” Salmo 22:16b-17a.
Hoy, cualquier persona, sin importar su raza, su nacionalidad, color de piel, idioma, condición económica, clase social ó religión, puede, con corazón arrepentido y sincero, reconocer a JESUCRISTO como el Hijo de Dios, que dio su vida en la cruz del Calvario, como precio de rescate, para nuestra salvación.
Extiende tus manos a Él y permítele controlar tus pensamientos, tus sentimientos y tu vida. Pídele, con tus propias palabras, que te colme con su Santo Espíritu y dirija tu caminar, desde ahora y para siempre.
ORACION
“Amado Dios y Padre Celestial: ”Tuyo es el brazo potente; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra. Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro. A ti extiendo cada día mis manos y me has manifestado tus maravillas. Abres tu mano y colmas de bendición a cada ser viviente. Justo eres Señor en todos tus caminos y misericordioso en todas tus obras. Usa, cada día, mis manos, para tu gloria. Te alabo y bendigo tu Santo nombre, en el poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ