REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 2 DE MARZO DE 2018.
“El SEÑOR te dirigirá, estará contigo y no te dejará ni te olvidará. No tengas miedo ni te amedrentes” Deuteronomio 31:8.
El Dios Altísimo nos promete que nos dirigirá, que estará siempre con nosotros, que no nos dejará y mucho menos se olvidará de nosotros. En Él sus promesas son SI, se cumplen porque lo dice La Escritura: “Dios no es un hombre, por lo tanto, no miente. Él no es humano, por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?” Números 23:19. Su fidelidad es por siempre y para siempre.
Cuantas veces, con tantos problemas diarios que debemos afrontar, has llegado a sentir una inmensa tristeza en tu alma y,…de repente, como si un bálsamo de amor fuese derramado en tu corazón, viene sobre ti una paz inexplicable que invade todo tu ser. No lo dudes ni un instante, Es Dios brindándote consuelo, dándote esperanza y compartiendo su amor en tu caminar diario.
Para muchos que dudan de esa permanente presencia de Dios en sus vidas, dirán que sus problemas se solucionaron porque son muy suertudos ó adjudicarán la solución a los azares de la vida y a sus propios esfuerzos. Se olvidan de la mano que hizo que esas dificultades desparecieran. Es Dios el que toma siempre nuestros problemas y nos ayuda a resolverlos, Él comparte con nosotros nuestros sufrimientos.
No fue casualidad cuando fuiste salvado de ser atropellado por un vehículo ó atracado al ir de regreso a casa ó salvado de tomar una mala decisión. Fue Dios quien, en su infinita bondad, te guardó. Él siempre nos cuida, aunque algunos no se den cuenta de ello. “El SEÑOR te dirigirá, estará contigo y no te dejará ni te olvidará. No tengas miedo ni te amedrentes” Deuteronomio 31:8.
Hoy, con plena seguridad, puedes levantar tus ojos al Altísimo y, con palabras sencillas y sinceras, que broten de lo más profundo de tu corazón, darle gracias y adorarlo por su infinito amor, por su dirección por su permanente protección y continua provisión para ti y los tuyos. A los más cercanos les expresas tu amor y agradecimiento, ¿porque no lo haces también con tu Creador?
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque siempre me acompañas, me cuidas, me escuchas y respondes a mis oraciones. Solo tú me conoces como nadie más y me amas con tu infinito amor. Sobre mi extiendes tu misericordia. Gracias Dios mío, por el cuidado que me has dado; gracias por tomarme de la mano y cubrirme con tus alas, por amor a tu nombre. Gracias por ser mi pronto auxilio en las tribulaciones. Alabo, exalto y glorifico tu nombre Santo, en el poderoso y glorioso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
”FELIZ FIN DE SEMANA”
ARBEY SERNA ORTIZ