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General: UN SUEÑO DE DIOS
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Néstor Barbarito  (Mensaje original) Enviado: 01/05/2018 00:26

En uno de los viejos cuadernos de notas que alguna vez llamé pretenciosamente “Diario”, y cuyas páginas están en su mayor parte dirigidas a Dios, encuentro esta oración que comparto. Si a alguien le sirve, podemos rezarla juntos y al final, donde dice Néstor, le pone su nombre:

 

“Me miraste con ojos de Madre cuando mi madre aún no existía sino en tu corazón. Por un instante tus ojos me iluminaron en un rinconcito de tu mente, y me viste tal como sería aquí en la tierra. Tan pobre y desnudo. Tan débil y lleno de miserias que acaso por un momento pensaste: «Bah…no vale la pena…» Me habías visto tal como soy ahora, ¡Y Vos que querías que yo fuera según el modelo de tu Hijo!.. Pero tus entrañas se estremecieron de piedad, y me amaste como una madre a su hijo más desvalido y enfermo. Entonces, como haría ella, me soñaste distinto: pleno, armonioso, rebosante de virtudes y alegría. Y entonces decidiste que ése habría de ser yo en el futuro, para siempre. Sabías que mi aprendizaje, por duro que fuese, no iba a dar resultados suficientes, y entonces dispusiste que se completara por gracia, “per saltum”, en el paso a la última, definitiva etapa hacia tu gloria. Decidiste suplir con tu amor y tu poder, por pura gratuidad y misericordia, lo que mi naturaleza limitada, y vulnerada además por el pecado, nunca habría de poder alcanzar por propio esfuerzo. Por eso la Encarnación y la Redención, el holocausto de tu Hijo el Cristo, que me iba a llevar en sus alas hasta Vos. ¡Y cómo ansío, Señor, que tu sueño se cumpla!


No sé si te busco o me busco, o si ambas son partes de una misma realidad y buscándome te busco,  y hallándote me encontraré, porque mi verdadero ser está en vos, aguardándome en algún rinconcito de tu corazón. Pero sí sé; estoy seguro de que tu sueño para mí, es más real que mi realidad misma, porque sé que él, un día, inexorablemente, gracias a tu amor y a tu misericordia, habrá de concretarse a pesar de mi miseria.

Vos me contenés. Soy porque me conocés; porque me soñaste y me pensás tuyo y a imagen de tu Hijo. Por eso, hallándote, encontraré en tu seno al verdadero Néstor, y sabré por fin quién soy. Me descubriré en vos.     

                                                     Amén

 



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