“No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14.
Algunas cosas que a diario nos suceden, pueden llegar a causarnos, en un futuro, malos recuerdos, algún dolor ó malestar. En otras palabras, algunos sucesos diarios llegan a dejarnos marcas difíciles de olvidar. Por esa razón, la Escritura, nos anima a seguir adelante, dejando atrás ese pasado triste que nos atormenta ó nos avergüenza. Ese pasado que nos roba la tranquilidad y que no nos permite, debido a los temores, angustias ó heridas acumuladas, caminar como Dios quiere: Prendidos de su poderosa mano, afrontando las vicisitudes diarias, confiados, plenamente, en que es Él el que nos sostiene y pelea por nosotros todas la batallas.
Difícilmente, alguien puede decir que en algún momento de su vida, no ha fracasado en alguna actividad personal. Afortunadamente estos fracasos no quedan registrados públicamente para la historia, pero querámoslo ó no, si quedan registrados en nuestro corazón y pueden causarnos cierto malestar. La Biblia nos anima a dejar atrás esas desilusiones ó fiascos que tuvimos: “Oolvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante” Filipenses 3:13b.
De pronto no pudimos realizar la compra ó el negocio que tanto anhelamos; Es posible que hayamos fracasado en alguna relación interpersonal; probablemente tuvimos algún malentendido con nuestro conyugue, con nuestros hijos o con algún miembro de la familia; con algún compañero de trabajo ó de estudio ó con un vecino etc. Dios no quiere que nos quedemos atrapados en nuestros propios fracasos. Él quiere que miremos adelante, confiados en su dirección y protección.
El Dios Altísimo quiere que dejemos a un lado nuestras quejas y rabietas por lo que pudo haber sido y no lo fue y que, aferrados a su mano divina, enfrentemos, cada día, comprometidos en restaurar esas relaciones rotas que bien pudimos haber causado nosotros con nuestras acciones ó que nos causaron otras personas: "Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Filipenses 3:13b-14.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:”Eres escudo alrededor de mí, mi gloria y el que levanta mi cabeza. Estás siempre conmigo y me guardas por dondequiera que vaya. A ti encomiendo mi camino; mi confianza está en ti. De mis fracasos pasados me enseñas y me fortaleces; Tu guardas mi salir y mi entrar todos los días de mi vida. Mi presente y mi futuro están en tus divinas manos. Bendigo tu nombre en todo tiempo, tu alabanza está de continuo en mi boca, en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ