REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 3 DE AGOSTO DE 2018.
”En el último día de la fiesta, el más importante, Jesús se levantó y gritó: —Si alguien tiene sed, que venga a mí y beba.” Juan 7:37.
¿Por qué todos, a diario, andamos buscando algo que nos satisfaga? Así no queramos reconocerlo, nuestra alma tiene sed de DIOS. Todo deseo, aspiración o anhelo de nuestra naturaleza, es solo un deseo vivo del SEÑOR. Indudablemente nacimos para disfrutar de su amor y no podemos vivir sin Él.
Buscamos en esta tierra una satisfacción que sea duradera. ¿Pero, realmente que llenará ese vacío que experimentamos en nuestro interior?¿Será el matrimonio, la familia, el dinero, la fama, la instrucción, los deportes, los logros académicos, etc.? Por más que lo intentemos, nada completa nuestro gozo. Cualquier satisfacción que obtengamos en nuestra búsqueda de la felicidad, se desvanece rápidamente y se convierte en un vago recuerdo, si es que puede recordarse.
Es indudable que hay infinidad de acontecimientos felices a lo largo de nuestra vida; momentos inesperados cuando sentimos un verdadero deleite. Pero esos momentos no dejan de ser efímeros, y no podemos retroceder el reloj para volver a vivirlos y recordar esa sensación. Solo el Dios Altísimo puede brindarnos esa felicidad que hemos estado buscando toda la vida. Todo lo que deseamos se encuentra en Él. Solo Él puede llenar ese vacío interno colmándonos de su amor, brindándonos su protección, su dirección, su provisión y saturándonos de su infinita misericordia.
¿Te sientes inquieto y con sed de algo más en la vida? responde a la invitación de JESÚS. —Si alguien tiene sed, que venga a mí y beba.”Juan 7:37. Acude a Él, beba libremente de su gracia y perdón y experimente el gozo verdadero que no hallarás en ninguna otra cosa.
Si quieres un gozo perdurable por siempre, pon a CRISTO en primer lugar. “Les he dicho esto para que sientan la misma alegría que yo siento, y para que sean completamente felices.” Juan 15:11.
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque mi felicidad no depende de las circunstancias diarias, si no de mi diaria comunión contigo. Tu palabra es lámpara que guía mis pasos; luz que alumbra mi camino. Gracias porque diriges mis pensamientos y mis sentimientos. Aleja de mi mente los pensamientos inútiles, dame vida para vivir en tus caminos. Gracias porque controlas mi vida y la vida de todos los que me rodean. Gracias porque Tú me enseñas el camino que lleva a la vida, Mucha alegría hay en tu presencia; a tu derecha hay placeres que duran para siempre, en el glorioso y poderoso nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ