¿Acaso Dios no tuvo un plan de emergencia para los hijos de Israel durante la hambruna mundial? Él envió de antemano a José a Egipto y lo ascendió a primer ministro, llenó los almacenes de grano suficiente para aguantar la intensa hambruna y luego transportó a su pueblo a corta distancia de los almacenes y los alimentó al máximo.
¿Acaso Dios no tuvo planes de emergencia para Elías? Mientras que su nación se tambaleaba bajo el impacto de un colapso económico y el alimento escaseaba a causa de una severa hambruna -y un rey malvado había puesto una recompensa por su cabeza- Dios llevo a cabo su plan de emergencia para Elías. Lo ocultó en un tranquilo arroyo y le dio de comer a través de un ave que le llevaba su comida. Este plan de supervivencia también incluyó un misterioso barril de grano que nunca se agotaba.
¿Qué decir de Noé? Qué plan tan detallado de supervivencia Dios tenía para él y su familia. ¡Un arca para que flotasen él y su familia con seguridad por encima de toda la muerte y la destrucción de un diluvio mundial!
¿Y Lot? Dios de hecho envió ángeles que lo sacaron personalmente a él y a sus hijas de la sentenciada ciudad de Sodoma. Las manos de Dios estuvieron atadas hasta que Lot fue puesto a salvo fuera de los suburbios. Fue más que una pérdida de su puesto de trabajo, más de un colapso de la economía, más que una caída de gobierno, fue la aniquilación total de su sociedad, pero Lot fue rescatado de forma segura.
Pablo comprobó los planes de contingencias de Dios una y otra vez. Este apóstol fue náufrago, perseguido por ladrones, encarcelado, acusado de traición, tramaron su asesinato y sin embargo, en cada crisis, Dios tenía un plan de contingencia para su liberación.
Nosotros también tenemos un plan de emergencia para sobrevivir diseñados específicamente para cada creyente.
Que no haya duda acerca de esto: Dios nos ayudará a salir de cada crisis. Ninguna crisis que Satanás pueda lanzar contra los hijos de Dios puede derribarlos: Ni la depresión, ni el hambre, ni la pérdida del empleo, ni la enfermedad, ni sufrimientos de cualquier tipo. Dios va a rescatar a sus hijos y no hay ni una sola razón para temer. "Así que, no os afanéis [No estén preocupados] por el día de mañana" (Mateo 6:34).
por David Wilkerson