Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
¡ Feliz Cumpleaños Aida Luz Cardona !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: VALE LA PENA NUESTRO ANDAR
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Néstor Barbarito  (Mensaje original) Enviado: 07/09/2018 15:36

En el mensaje “Las piedras de camino”, nuestro hermano Héctor decía:

Me pregunto si a ojos de Dios valió la pena mi transitar. Y si a Sus criterios, lo que me quede de tiempo en este mundo será suficiente para que Su proyecto en mi vida sea cumplido. Para que aquello que yo tenía que ser y hacer en esta tierra sea evaluado como satisfactoriamente realizado.

A este respecto, quiero decir que no tengo dudas de que SÍ vale la pena nuestro andar en esta vida. Eso, a pesar de que soy consciente de que al final no habré cumplido íntegramente Su proyecto para mí, y quizás, tampoco ninguno de nosotros. Es porque estoy seguro de que Jesús no vino a establecer un brete como el del ganado, por el cual debemos transitar sin desviarnos ni un poquito y en ninguna parte del camino. Es más: Él no vino a mostrarnos un camino. Él es el Camino y va andando delante de nosotros, tan lentamente como cada uno de nosotros para que no nos extraviemos, y poder así socorrernos con su gracia cuando sea necesario, pero no nos pone más exigencia que seguirlo y amarlo a Él, y guardar su Palabra. ¡Pobre de mí, si me exigiera esfuerzo y recorrido!

Me gusta decir que, si el Evangelio de Jesús se hubiera resumido en la parábola del hijo pródigo, yo lo amaría igualmente. Al Padre, por supuesto, y a Jesús que me lo hizo conocer. Para mí sería suficiente. Eso es porque confío tanto en que Dios es mi Papito (Abbá), que estoy seguro de que todas mis limitaciones y miserias no hacen más que afligir su corazón de Padre y enternecerlo, como el de una madre con el hijo más inútil y desvalido. No creo en el Dios vengador del AT. Jesús se brindó en la Cruz para cambiar esa imagen en nuestro corazón.

San Francisco de Asís estuvo varios años siendo torturado por la obsesión de que se condenaría. ¡San Francisco, nada menos! Dice una de las primeras historias del santo (Espejo de perfección):
“Lo más intolerable de todo era un susurro apenas perceptible, que llegaba hasta él en el silencio mortal de sus noches de penitencia (en el monte Alvernia), como si unos labios burlones e infames musitaran a su oído
—Todo es inútil, Francisco. Reza y llora cuanto quieras; siempre serás mío.
Francisco peleaba entonces por su vida eterna, y los frailes que venían a verlo por la mañana, lo encontraban pálido y descompuesto, agotado por su combate contra el ávido poder de las sombras.
—Paréceme que soy el pecador más grande que en el mundo ha habido –díjole una vez a fray Pacífico después de una de tales noches. (Citado en “S. Francisco de Asís” – J. Jörgensen – Pág.487).
Como en este caso, creo que es siempre el propio Padre de la Mentira el que nos pone esas cosas en la cabeza para torturarnos y hacernos caer en la desesperación.
Es evidente que los ataques de dudas y temor no son nuevos, y por lo general se desatan más violentamente contra los más fieles; los mejores. Los más grandes santos los han sufrido.
Ya lo sabemos: “somos siervos inútiles”, pero Dios es el Dios de las misericordias, y Él vela para preservar en nosotros, a pesar de nuestras miserias humanas, algo (en algunos mucho) de lo bueno que fue depositando en nuestros corazones.
 



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: hectorspaccarotella Enviado: 07/09/2018 19:38
¡Gracias Nestor!
Si, se lo mismo de otros grandes hombres y mujeres de Dios. Teresa de Calcuta entre ellos. 
Teresa de Ávila decía "Yo, la peor de todas". 
Enriquecedor tu aporte. 

Te abrazo.

HÉCTOR

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 18/09/2018 22:21




Asi es hermano! Vale la pena todo lo que Dios nos permite andar y hacerlo llevando su mensaje de salvacion es maravilloso! Gracias!
Araceli



 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados