Evita la queja y la amargura.
Evita presentar tu causa en frente de los demás, y no
demuestres amargura. Expón tu causa delante del trono de la gracia, en privado (He. 4:16). No hay nada más triste que un creyente quejumbroso, ya
que no tendrá testimonio para después aconsejar a alguien más diciéndole que en
Cristo está la fortaleza y el consuelo que necesitamos. Lo que vives en tu
trabajo es parte del plan de Dios para sacar lo mejor de ti.
Si
vas a hablar algo, que sea de ayuda y no de desánimo: “No salga de la boca de
ustedes ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación,
según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que
escuchan…Sea quitada de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos,
así como toda malicia” (Ef. 4:29, 31. Es importante que te
mantengas productivo. Tal vez ya has caído en la monotonía, haciendo solo lo
mínimo que te pide tu trabajo, pero mira: ¡Dios nos dejó el ejemplo de ser el
mejor y más productivo trabajador del universo! Solamente en los primeros nueve
versículos de Génesis 1 encontramos al menos nueve verbos de acción o
trabajo: crear, moverse, decir, separar, llamar, expandir, juntar.Ten
paz y sé agradecido, por lo que Dios te ha dado y también por lo que te
está haciendo atravesar Col. 3:15.
Lo que vives en tu trabajo es parte de su plan para sacar lo mejor de ti. Mantén tu anhelo y tu suspiro por algo
diferente y mejor. No hay nada de malo en ello. David decía: “Señor, todo mi
anhelo está delante de Ti, y mi suspiro no Te es oculto” Sal. 38:9. Pero en medio de esto, recuerda que estás en
todo lugar donde El Señor te envía, para glorificar a Dios y parecerte a
Cristo. Tu presencia allí bendice y trae luz a esa compañía o empresa Fil.
2:16 Mantente contento y
refléjalo en tu rostro y en tu actitud hacia todos, Fil.
4:5 Ten
presente que el Señor responde a su tiempo, y no olvida nuestras peticiones.
Por tanto, tienes razones más que suficientes para tener paz y ser agradecido.
Se agradecido! Sé Feliz!!!
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