REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 2 DE OCTUBRE DE 2018

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Mateo 24-35.

Algunos piensan que la palabra de Dios es exagerada, pero lo cierto es que toda la palabra de Dios es verdad, santa, perfecta y tiene un cumplimiento exacto, en el tiempo dispuesto por Él. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.Mateo 24-35. Lo que Él dice lo cumple, su palabra es como fuego y como martillo que quebranta la piedra.

Lo afirma la Palabra de Dios: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.” Romanos 15:4. En ella encontramos consuelo, dirección, esperanza y paz. No necesitamos agregarle ni quitarle nada.

Por tanto, nos advierte el Señor en el Libro de Apocalipsis, de no añadir ni quitar palabra alguna de su Santa Escritura. En la Biblia está contenido todo lo que necesitamos saber, no requerimos ampliar ni recortar lo allí expresado por Dios, Él y solo Él, tiene el control y cada enseñanza contenida en la Biblia es para nuestra edificación. ”La gente que ama tus enseñanzas encontrará la paz verdadera; nada los hará tropezar.” Salmo 119:165. SEÑOR: abre mis ojos y hazme ver lo maravillosas que son tus enseñanzas. Que disfrute tu Palabra, que sean ellas mis consejeras, cada día de mi vida.

ORACION

“Amado Dios:”Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, te alabaré con todo mi corazón; hablaré de tus maravillas. Con tu palabra llamaste a los espacios para que existieran, pusiste las nubes en su lugar; estableciste la atmósfera en la cual podemos vivir, separaste las aguas y la tierra y me diste aliento de vida. En los cielos mismos afirmarás tu verdad, porque tuyo es el brazo potente; Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra; Misericordia y verdad van delante de tu rostro. Glorificado seas por siempre, soberano y Eterno Dios, en el precioso nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Amén y Amén.

-Feliz fin de Semana-

ARBEY SERNA ORTIZ