REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 7 DE DICIEMBRE DE 2018.
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8:12.
Durante las semanas previas a la Navidad las calles de las ciudades, los almacenes y cada hogar, se transforman en un mundo maravilloso de luces y colores que alegran nuestro espíritu. El comercio utiliza las luces multicolores para atraer a los consumidores que llegan para disfrutar las celebraciones, escuchar villancicos navideños y presenciar los diferentes espectáculos que se ofrecen.
¿Se ha detenido a pensar, por un instante, lo que sucedió en la primera Navidad? No se encendieron luces gracias a la instalación de cables eléctricos con sus bombillas, ni brillos, ni luces fluorescentes, para anunciar el nacimiento del Rey de Reyes y SEÑOR de señores, sino que la gloria del SEÑOR rodeo a unos pastores con su resplandor. “He aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.” Lucas 2:9.
Ningún turista vio ese magnífico y celestial espectáculo, la manifestación gloriosa del Altísimo. Solo la pudieron apreciar unos sencillos pastores que estaban en sus campos y, no solo eso, sino que, como dirigían algunos, de soberana ñapa, le siguió una inesperada interpretación de un coro angelical: “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:!Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Lucas 13-14.
Los pastores fueron a Belén a confirmar si lo que el ángel había dicho era verdad y tras haberlo confirmado, no pudieron callar lo que habían visto y oído. Muchos hemos oído, con frecuencia, la historia de la Navidad ¿Qué tal si este año, sin bombos y platillos, simplemente guiados por la maravillosa luz del precioso Espíritu Santo, compartimos con otros, la buena noticia de que CRISTO –La Luz del Mundo- nació para salvarnos?
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: ”Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra; has desplegado tu gloria sobre los cielos y ellos declaran tu justicia. Los cielos alabarán tus maravillas, SEÑOR, y también tu fidelidad. Nos das el sol para luz del día, y las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche; EL SEÑOR de los Ejércitos es tu nombre, poderoso y soberano, arriba en el cielo y aquí en la tierra. Amado SEÑOR JESÚS, que en esta Navidad refleje tu luz de gracia y misericordia en mi vida, testificando sobre el significado de tu nacimiento y proclamando tu grandeza y tu infinito amor.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ