“Antes de que me pidan, yo les contestaré. Mientras estén todavía hablándome, yo les responderé.” Isaías 65:24.
Como serían de efectivas nuestras oraciones, si en vez de hablar y hablar como loritos a Dios, esperáramos, algún momento en silencio, una vez presentadas todas nuestras peticiones al Altísimo, para oír su voz. ¿Llevas orando días, semanas, meses, incluso años, por algo y Dios no te ha contestado? Espere y sepa que en el cumplimiento del tiempo, tu petición será contestada. “Guarda silencio ante el SEÑOR, y espera en él.” Salmo 37:7.
Puede suceder que al tardarse la respuesta, a alguna necesidad en especial, dudes que tu petición haya sido tenida en cuenta. De pronto, Dios se ha tardado un poco en responderte, pero Él ya escuchó tu súplica. Dice la Escritura: ”Confien siempre en Dios, cuéntenle todos sus problemas, Dios es nuestro refugio. Salmo 61:8. En Él, podemos refugiarnos confiadamente y contarle todo lo que hay en nuestra mente y en nuestro corazón: Todo lo que nos aflige, lo que nos preocupa y nuestras inquietudes.
Muchas veces el SEÑOR se tarda en darnos una respuesta. Él puede respondernos inmediata ó tardíamente; también puede negarnos lo que estamos pidiendo ó, como no, concedernos cosas muy diferentes a las que hemos pedido. ¿Por qué razón? Porque Él es el Dios Todopoderoso, Él es Soberano y Eterno y sabe que es lo que más nos conviene y lo que puede causarnos daño.
No te canses, pues, de llamar, aunque tu garganta se haya enronquecido. Muchas veces pensamos que el SEÑOR se tarda, deliberadamente, para tener piedad de nosotros, pero no es así, nuestro tiempo no es el mismo de Dios y sus respuestas son excelentes, porque Él es Santo y Perfecto.
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: ”Gracias porque contestas mis oraciones con hechos asombrosos, mostrando tu justicia. Tus ojos están sobre los justos y atentos tus oídos al clamor de ellos. Te amo, oh Dios, pues has oído mi voz y mis súplicas; porque has inclinado a mí tu oído. Por tanto, te invocaré en todos mis días. Siempre tienes piedad de mí y te levantas para mostrarme tu compasión. Te alabo y te glorifico porque eres justo y misericordioso y siempre escuchas mis oraciones, en el poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
Arbey Serna Ortiz