REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 29 DE MARZO DE 2019.
“Enséñales a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni que confíen en su dinero, el cual es tan inestable. Deberían depositar su confianza en Dios, quien nos da en abundancia todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos.” 1 Timoteo 6:17.
Algunos piensan: Si tuviese otro trabajo mejor y bien remunerado, sería feliz. Si tuviere un teléfono móvil última tecnología estaría dichoso.¡Ah, un automóvil último modelo sería lo máximo de la felicidad! Una casa nueva en la ciudad y otra de veraneo, me otorgaría toda la placidez esperada. ¿Pero, de verdad sería eso más que suficiente para estar contento?
Los medios publicitarios nos hacen caer en el error de pensar que solo somos felices si poseemos muchos bienes materiales. Pero, como dicen las abuelas: -Entre más bienes materiales se tienen, más se quiere tener; siempre va a hacer falta un poquito más.- Dice la Escritura:“Más vale un puño lleno con descanso que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.” Eclesiastés 4:6.
Debemos poner a Dios en el centro de nuestras vidas y dar gracias por lo que Él nos ha dado y pedirle que nos haga buenos administradores de todas las bendiciones con las cuales nos colma cada día. También debemos pedirle que nos impida aferrarnos a las riquezas materiales, pues nuestro corazón corre el riesgo de cerrarse a Dios. Nuestro Padre Celestial nos da siempre más abundantemente de lo que pedimos ó necesitamos.
“Porque nada hemos traído al mundo, así que nada podemos sacar de él.” 1 Timoteo 6:7. Dios quiere que disfrutemos del trabajo de nuestras manos, pero no podemos olvidar que lo que somos ó tenemos, procede de su poderosa mano. ¿Te has tomado hoy unos segundos para mirar al Dios Altísimo y con tus propias palabras darle gracias por lo que eres, por lo que tienes y por poder disfrutar de todas esas bendiciones que Él te ha dado?
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque de ti proceden las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia. Gracias porque me enseñas a usar el dinero para hacer el bien, me haces rico en buenas acciones, me llevas a la generosidad con los que pasan necesidad y a compartir con otros. Me llenas de tu gracia y de tu gloria y nada bueno niegas a los que andan en integridad. Gracias porque inundas de alegría mi corazón y me permites gozar del bien de todo mi trabajo, Tú bendices y confirmas la obra de mis manos todos los días de mi vida, en el glorioso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
Arbey Serna Ortiz