REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 17 DE MAYO DE 2019.
“Que el amado del SEÑOR repose seguro en él, porque lo protege todo el día y descansa tranquilo entre sus hombros.” Deuteronomio 33:12.
¿Cuántas veces nos hemos sentido solos, cansados y sin fuerzas para seguir caminando en esta vida, en medio de las circunstancias difíciles que a diario se nos presentan? Es una realidad que todo ser humano, en cualquier momento de su vida, debe afrontar. Así como para nosotros no es una carga muy pesada, cuando levantamos en nuestros hombros a un pequeño niño, así de ligera es la carga para Dios cuando nosotros, fatigados del camino, nos acercamos a Él y nos dejamos tomar de la mano y descansamos en sus hombros.
Cuando tropieces, recuerda que la poderosa mano de Dios toma la tuya y camina contigo por la vida. Podemos levantar, en cualquier momento, nuestras manos cansadas al Dios y Padre Celestial, en el nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO y pedirle que nos cargue. “Que el amado del SEÑOR repose seguro en él, porque lo protege todo el día y descansa tranquilo entre sus hombros.” Deuteronomio 33:12.
¿Cuántos problemas y dificultades afrontas hoy? Consuélate, no estás solo (a), descansa en aquel que nos ama, que todo lo puede, Él es el Poderoso, el Soberano y el Eterno Dios y Padre que no deshecha a todo aquel que, confiadamente y con corazón sincero, se acerca buscando su consuelo, su protección y su abrigo.
Somos afortunados porque en el nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, podemos dirigirnos al Altísimo y contarle todo lo que nos preocupa y echar nuestra ansiedad sobre Él. “Confíen a DIOS todas sus preocupaciones, porque Él cuida de ustedes.” 1 Pedro 5:7. A nuestro Padre Celestial podemos contarle nuestros fracasos, nuestros conflictos, nuestros desafíos, ansiedades, frustraciones y todas esas cosas que nos tensionan y nos quitan el sueño. De igual manera, demos tomarnos el tiempo para escuchar lo que Él quiere decirnos a través de su Palabra. “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú SEÑOR, me haces vivir confiado”. Salmo 4: 8.
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque me pones sobre tus hombros y me cargas gozoso todo el día. En ti encuentro descanso, habito confiado cerca de ti. Aunque mi carne y mi corazón desfallezcan, la roca de mi corazón y mi porción eres tú, oh Dios, para siempre. Me sostienes con tu mano derecha, me guías con tu consejo y tu sabiduría. En lugares de delicados prados me haces descansar, alegras mi alma y reconfortas mi espíritu, en el glorioso y poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ