USA TUS SENTIDOS SABIAMENTE
Se encontraba en la biblioteca un hombre vestido de overol de
esos que usan los trabajadores de las fábricas, y calzaba sandalias en un
día muy frío.
En sus manos llevaba varios libros. ¿Quién es ese hombre?, era la pregunta
general.
Es un profesor de Física, y viene del Perú; fue la respuesta, con la
siguiente historia:
Un día este hombre llegó hasta la
facultad de Física vestido del modo tan particular en que le gusta
vestir. Pidió, una entrevista con el decano. Le indicaron que estaba
en una reunión con un grupo de docentes. El hombre insistió en verlo.
La secretaria lo buscó, y al rato salió el decano a verlo. Luego de
saludarlo, el hombre le dijo: Vengo a pedir trabajo como docente de
Física. El decano miró su apariencia de arriba abajo; su aspecto era la
antítesis de un profesor universitario. De pronto, el decano dibujó una
leve sonrisa en su rostro y lo invitó a que lo acompañara.
Entraron en una sala, donde había una media docena de docentes
universitarios.
El decano le dijo: Hace poco recibimos este libro como texto
guía. Estamos aquí intentando solucionar unos problemas de Física. Si
usted es capaz de resolverlos, lo contrato como docente. El hombre tomó el
texto, se dirigió a una pizarra y tranquilamente comenzó a resolver uno a uno
los problemas que le habían indicado.
Los docentes cambiaron poco a poco, la sonrisa de burla que tenían en sus
rostros, por una cara de asombro. Cuando terminó, el decano, atónito, le
dijo casi tartamudeando:
-¿Cómo pudo hacerlo? ¡Hemos estado aquí varios días sin poder resolver
estos teoremas! El hombre, con sencillez, simplemente respondió:
-Yo soy el autor del libro.
La mejor forma de equivocarnos con
las personas es juzgarlas por aspectos externos. Ninguna persona encaja
fácilmente en los estereotipos que nos formulamos de ellas.
Usa tus ojos...
Para ver la belleza de la vida, o para ver el interior de las personas. No
los uses para criticar maliciosamente de cómo se ven o se visten los demás, o
para juzgar a las personas sólo por sus apariencias.
Usa tus oídos...
Para escuchar a tu prójimo y poder ofrecerle una palabra de aliento; para
escuchar los sonidos agradables que te ayudan a olvidar las dificultades y
edifican tu interior. No los uses como un arma, o para envenenar a los demás,
creando cizañas, con lo escuchado.
Usa tu olfato...
Para percibir el olor de las flores, del perfume, del amor. No
lo impregnes, con los malos olores, como lo son el odio, el egoísmo, la
traición.
Usa tu gusto...
Para saborear el triunfo de tus metas alcanzadas, de los logros obtenidos
con esfuerzo y dedicación. No lo uses para saborear las derrotas de otros, o
cuando algo les sale mal.
Usa tu tacto...
Para sentir y dar amor, para tocar a las personas con tus deseos
positivos, con tu caridad. No lo uses para pedir injustificadamente, o
para golpear sin piedad.
¡El Sexto Sentido, el más importante...! es el que nos da la
sabiduría para distinguir la diferencia entre los otros sentidos; entre el
bien y el mal, entre dar o recibir, entre salvar o matar.
A veces miramos sin ver; oímos sin escuchar; olemos sin percibir; probamos
sin saborear; tocamos superficialmente...!
¡Usa tus sentidos sabiamente; no se trata de
cuántos tengas, sino de cómo los utilizas.
Desconozco el
Autor.
Saludos de Atlacat.