REFLEXIÓN UNA VENTANA AL CIELO VIERNES 22 DE NOVIEMBRE DE 2019.
“Los que viven al amparo del Altísimo, encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.” Salmo 91:1 “EL SEÑOR es mi pastor; nada me faltará.” Salmo 23:1.
Es muy probable que en muchos hogares se encuentre una Biblia abierta en el Salmo 91 que es de protección y, de pronto, alguno de los miembros, lo recita de memoria. Cuán importante es, no solo tenerlo como adorno ó como amuleto, en el hogar, si no leerlo en voz alta en plena confianza que lo que en él se afirma, es de un cumplimiento total, tal como lo es toda la palabra de Dios.
Dicen las abuelas que lo que se escucha en el hogar, eso se queda en la mente y en el corazón. ¿Qué sucede entonces cuando se escucha y se medita en nuestro hogar, en esa palabra salida del corazón de Dios, para edificarnos, consolarnos y dirigirnos? Dice la Escritura que: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17.
De otra parte, es probable que usted también, en alguna ocasión, haya leído, escuchado o sabe de memoria el Salmo 23, que es considerado una de las joyas de la literatura universal, pero que fue dado por inspiración divina. Por eso, no solo es hermoso, si no que es maravillosamente verdadero.
Ambos Salmos son recitados en diferentes lugares y en diferentes circunstancias, tanto en ceremonias matrimoniales, como en funerales; en Iglesias, como en hospitales: en los campos, como en las ciudades. Cuando usted pueda decir desde lo más profundo de su corazón “EL SEÑOR es mi pastor; nada me faltará.” Salmo 23:1. Entonces El Príncipe de los Pastores, el Gran Soberano y Eterno Dios. El Rey que reina sobre todos y, sobre todo, lo cuidará y le llenará de su paz y de su gozo.
Toda la palabra de Dios es digna de credibilidad, no la abra como agüero, mejor llévela en su mente y en su corazón y permita que fluya de sus labios, con ese suave perfume que llena los aires y anima el espíritu. ¿Es ya JESUCRISTO su SEÑOR y su SALVADOR? ¿Es Él su Pastor?
ORACION
“Soberano Dios y Padre Celestial”: Gracias porque es tu bendita Palabra la que me anima, me dirige y me reconforta, en medio de las diferentes circunstancias que a diario debo enfrentar. El acercarme a ti me da nuevas fuerzas y me ayuda a caminar confiado. Eres mi Pastor, mi Proveedor, mi Sanador, mi Escudo, mi Paz, mi Justicia, eres mi Dios Presente en todas mis circunstancias. Es tu misericordia la que me levanta cada mañana para contemplar tu gloria y cada noche proclamar tu infinita fidelidad. Que tu eterna, gloriosa e inerrante Palabra, corra y sea glorificada en todo tiempo y en todo lugar, en el precioso y poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
Arbey Serna Ortiz