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General: PARABOLA DEL SEMBRADOR (PARTE 3)
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Atlacath  (Mensaje original) Enviado: 21/11/2019 17:15

Hay lágrimas de alegría, abrazos, palmadas y una gran cantidad de actividad en un primer momento. Esto tiende a convencer a otros creyentes que se trata de una verdadera conversión, bien arraigada en genuina convicción. Incluso podríamos estar inclinados a pensar que es una mejor respuesta que la condición tranquila de algún creyente genuino que siente tan profunda convicción por  su pecado e indignidad que lo único que experimenta es un profundo sentido de humildad y serena gratitud.

            Una explosión de alegría no es la característica distintiva de una autentica conversión. La alegría es una respuesta buena y apropiada, por supuesto. Todo el cielo se llena de regocijo cuando un alma se convierte. <> (Lucas 15:7). Pero como Jesús deja claro en nuestra parábola, una gran alegría a veces acompaña una falsa conversión. Ni la alegría hiperactiva ni la agradecida quietud demuestran nada sobre si la profesión de fe de una persona es una expresión de la creencia temporal y superficial o de la convicción profunda y duradera. El fruto de la persona (o la falta de él) revelaran esto. <>> (Mateo 12:33).

            En última instancia no importa el mucho entusiasmo que el oyente superficial muestre en la respuesta inicial a la Palabra de Dios,  si se trata de de una convicción poco profunda sin verdadera raíz, esa persona finalmente se apartara. Y cuando esto sucede, se demuestra defectivamente que a pesar de todo ese gozo y aparente celo, la persona nunca realmente creyó desde el principio. <, Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros>> (1 Juan 2:19).

 

El que cayó entre espinos.

 

El tercer tipo de terreno, el suelo lleno de yerbajos, representa un corazón demasiado cautivado o preocupado por los asuntos de  este mundo. Jesús explica: <> (Lucas 8:14).

            Los que caen en esta categoría (como los oyentes superficiales) pueden parecer que responden positivamente al principio. La analogía indica que probablemente habrá alguna señal inicial de receptividad. La semilla que cayó entre las malezas quizá germine. Estas personas, <> pero se van, al parecer dan todas las señales de seguir el camino de la fe. Marcos parece afirmar que en un principio dan a entender que tienen toda la potencialidad para ser fructíferas, pero luego, en algún momento después, <se hace infructuosa>> (Marcos 4:18-19, énfasis añadido).

            Este no es un incrédulo de corazón duro o una persona emocional y superficial. Esta vez el terreno en si está bien arado y es lo bastante profundo. Pero hay todo tipo de impurezas en el. Las malezas originales de ese suelo ya han germinado bajo la superficie. Ellas siempre van a crecer más fuertes y más rápido que la buena semilla. La Palabra de Dios es extraña a un corazon asi. Las malas hierbas y los espinos poseen este terreno.

            Esta persona esta demasiado enamorada de este mundo, demasiado obsesionada con <>, de esta vida (Lucas 8:14). Esta es la clave. Los valores del mundo temporal (los placeres pecaminosos, las ambiciones terrenales, el dinero, el prestigio y un sinfín de diversiones triviales) inundan el corazón y mitigan la verdad de la Palabra de Dios.        Se trata del <> (Santiago 1:8). Como enseño Jesús: <> (Lucas 16:13).

            De hecho, en el relato de Mateo, el énfasis se encuentra en el amor del oyente mundano hacia el dinero: <> (1Timoteo 6:9-10). Nada es más hostil a la verdad del evangelio que el amor por las riquezas y los placeres de este mundo. A aquellos cuyo deseo principal es dilapidar sus recursos en los placeres mundanos, Santiago 4:4 les exhorta: <<¡Oh almas adulteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios>>.

            El apóstol Juan condeno la mundanalidad con la misma severidad. El escribió: <> (1 Juan 2:15) ¿Se refería a que es pecado querer las montañas y las flores o la buena comida y la gente? Por supuesto que no. El está hablando acerca de los valores y los vicios de este mundo, todo lo consagrado a la enemistad patológica y autodestructiva del mundo hacia Dios: <> (v.16).

            Esto9 es precisamente lo que las malas hierbas y los espinos en la parábola representan: el egoísmo, el deseo pecaminoso y el sistema de creencias impías que domina este mundo. Valores como esos, no las características naturales del mundo creado, son los que ahogan la verdad de la Palabra de Dios en los corazones caídos y hacen a este mundo indigno de nuestro amor.

            Entienda esto. La riqueza material ni el placer son intrínsecamente malos. Si se priorizan de forma adecuada, la riqueza y el placer se deben recibir con acción de gracias como bondadosos regalos de la mano de Dios. Quien es generoso con estas bendiciones (Deuteronomio 8:18; Eclesiastés 5:18-19; Oseas 2:8). Pero lo malo esta en amar los regalos más que el Dador, o valorar los beneficios tangibles y temporales como más importantes que las bendiciones espirituales. Pablo le dijo a Timoteo: << A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos>> (Timoteo 6:17).

            Un ejemplo clásico del oyente mundano en el Nuevo Testamento es el joven rico. Vino a Jesús buscando ansiosamente la vida eterna, pero él era materialista y amante del mundo, Jesús lo sabía. Las escrituras expresan que el joven rico <> (Mateo 19:22). Amaba a las cosas del mundo más de lo que amaba a Dios. Otro ejemplo, por supuesto, es Judas, que aparento seguir a Jesús desde el momento en que llamo a los doce hasta que finalmente traiciono a Cristo por treinta monedas de plata. Las Escrituras nos dice que el pecado dominante de Judas era él; amor al dinero. <> (Juan 12:6). Fue la clase más siniestra de oyente de terreno lleno de espinos.

            El de junto al camino, el superficial y el mundano tienen algo en común: <> (Lucas 8:14). Todo el propósito del esfuerzo agrícola es que se produzca una cosecha. El terreno que deja de producir una cosecha no tiene ningún valor. El camino endurecido permanecerá perpetuamente duro, el terreno poco profundo es muy probablemente que no sea sembrado de nuevo y el suelo de malas hierbas y espinos será quemado. Si no se puede limpiar por completo de las malas hierbas y cultivarse de nuevo, será dejado baldío.

            Las tres variedades de terreno estéril son emblemáticas de los incrédulos, incluso de aquellos que inicialmente mostraron alguna posibilidad pero no pudieron dar fruto.

 

El oyente fructífero.

 

            El último terreno mencionado se cultiva y produce la cosecha deseada. Jesús dice que este simboliza <> (Lucas 8:15). Este es el corazón verdaderamente preparado. En Mateo 13:23, Jesús dice que la buena tierra es una figura de una persona <>. En Marcos 4:20, El dice que es un símbolo de <reciben, y dan fruto>> (énfasis añadido).

            La esta describiendo a alguien con un corazón tan bien preparado que cuando escucha el evangelio, lo recibe con verdadera comprensión y fe genuina. La expresión que Lucas usa (<>) indica asirse con tenacidad a la verdad  y perseverancia en la fe.

            La perseverancia con fruto es la señal necesaria de la autentica y confianza salvadora en Cristo. Esta es una de las lecciones claves de toda la parábola: la señal de la fe autentica es la perseverancia. Jesús afirmo: <> (Juan 8:31). La fe temporal no es una fe verdadera en absoluto.

            El <> de que se habla en la parábola incluye, por supuesto, el fruto del Espíritu: <> (Gálatas 5:22-23). Abarca todos los <> (Filipenses 1:11). Un corazón verdaderamente creyente de manera natural ocasiona adoración, <> (Hebreos 13:15). Y el apóstol Pablo hablo de las personas a quienes había llevado a Cristo como fruto de su ministerio (Romanos 1:13). Todos estos son ejemplos de los tipos de fruto que Jesús tenía en mente cuando expreso que la buena tierra representa a las personas que <>.

            La expectativa es que también darán fruto en abundancia. Mateo y Marcos dicen <> (Marcos 4:20; cp. Mateo 13:23). Como hemos señalado anteriormente en este capítulo, cualquier cantidad de más de diez veces seria un inmenso retorno de la inversión del agricultor. Mientras Jesús está enseñando con claridad lo que sabemos por experiencia: que los cristianos no son todos igualmente fructíferos, al mismo tiempo El está dando a entender que la abundancia de fruto es el resultado que se espera de la fe. El fruto espiritual en nuestra vida debe sr abundante y obvio, no tan escaso que sea difícil de encontrar. Después de todo, somos <> (Efesios 2:10). Jesús afirmo: <> (Juan 15:2). Ser fructífero, tener una divina y abundante cosecha, es el resultado que se espera de la fe salvadora.

            Esto puede ocurrir solo en un corazón que está limpio y bien cultivado.

            Es deber de cada persona tener un corazón preparado, listo para <> (Santiago 1:21) y luego alimentar esa semilla hasta la plena fructificación. El antiguo Testamento nos dice que Reboham, el hijo necio de Salomón y heredero al trono, <porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová>> (2 Crónicas 12:14, énfasis añadido). Además, para la gente apostata de Judá y de Jerusalén en Israel del Antiguo Testamento, Dios le dio este mandato mediante su profeta: <> (Jeremías 4:3). El contexto deja perfectamente claro que El estaba mandándoles que prepararan sus corazones para recibir la palabra (cp. V4). Este es el deber de cada persona.

            Pero este el problema: que no, podemos lograrlo por nosotros mismos. Ya estamos irremediablemente sucios. Somos caídos, pecadores culpables con superficiales, enmarañados y rebeldes corazones. Abandonados a nosotros mismos nos volveríamos más y más impenetrables. Cada exposición a la luz del sol fomentaría nuestra dureza aun mas, hasta convertirnos en tan impermeables a la Palabra de Dios como una senda de hormigón lo es a las semillas de césped. >>los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan  a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios>> (Romanos 8:7-8).

Solo Dios mismo puede arar y preparar el corazón para que reciba la Palabra. Lo hace mediante la obra regeneradora y santificador de su Espíritu Santo, quien convence al mundo <> (Juan 16:8). A aquellos que creen, les despierta espiritualmente (Romanos 8:11). El ilumina sus mentes a la verdad (1 Corintios 2:10). Les lava hasta hacerlos limpios (Ezequiel 36:25). El Espíritu Santo les quita el corazón de piedra y les da un corazón nuevo (v.26). El mora en su pueblo y los motiva a la justicia (v.27). Graba la verdad de Dios en sus corazones (Jeremías 31:33; 2 Corintios 3:3). El derrama el amor de Dios en sus corazones (Romanos 5:5). Los que creemos en Cristo somos totalmente dependientes de la obra del Espíritu que mora en nuestro corazón para que nos mantenga sensibles, receptivos y en última instancia, fructíferos.

            Y debemos seguir dependiendo fielmente en El. Al igual que David, quien oro: <> (Salmos 51:10), debemos acercarnos a Dios con confianza y sumisión, permitiendo que el haga la obra necesaria en nuestros corazones que no podemos hacer nosotros mismos.

            Por último, esta parábola es un recordatorio de que cuando proclamamos el evangelio o enseñamos la Palabra de Dios a nuestros vecinos y seres queridos, los resultados siempre varían de acuerdo con la condición de los corazones de nuestros oyentes. El éxito o el fracaso no dependen de nuestra habilidad como sembradores. Algunas de las semillas que dispersamos caerán en terreno duro, poco profundo o con espinos. Pero no hay nada malo con la semilla. Si usted es fiel a la tarea, algunas de las semillas que esparza encontraran buena tierra y el resultado será abundante fruto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella Enviado: 22/11/2019 19:20
Efectivamente, no hay nada malo con la semilla. 

HÉCTOR


 
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