En estos tiempos de fin de año nos saludamos y nos expresamos buenos deseos en relación con el año que está por comenzar. Uno de mis deseos para este 2020 es:
“Que vivas un año con integridad”.
Una reflexión de Zig Ziglar extraída de su libro “Puedes alcanzar la cima” puede arrojar luz sobre este buen deseo para mi vida y para la tuya:
“Algo me sucedió hace algunos años, mientras daba una conferencia en una escuela de artes y oficios a la que asistían varios cientos de estudiantes. Al principio, aproximadamente un tercio de los estudiantes escuchaba atentamente. El resto leía o fingía dormir.
La televisión local se había enterado de que daría la conferencia y enviaron a la escuela un equipo de cámaras para grabar algunas notas. Entraron por el pasillo de la izquierda de la sala de conferencias, se acercaron al escenario, y una vez detrás de mí, comenzaron a filmar mientras escuchaban mi exposición.
Un interesante fenómeno tuvo lugar: el cien por cien de los estudiantes repentinamente se puso alerta. Se sentaron erguidos, se mostraron enormemente atentos. El foco estaba sobre ellos.
De una manera u otra, el foco está continuamente sobre todos nosotros en lo que respecta a nuestra moral, nuestra ética y responsabilidad. No dejemos que nos tome desprevenidos. Debemos vivir cada momento como si la cámara estuviera encendida y el micrófono abierto; de esa forma viviremos en integridad. Si basamos nuestra imagen en el carácter y no en la hipocresía, no tendremos necesidad de explicar ni de disculparnos mañana por lo que hemos hecho hoy”.
Retomo entonces mi saludo para este 2020: “Que vivas un año con integridad. Que puedas vivir cada momento como si la cámara estuviera encendida”.
GUSTAVO BEDROSSIAN