La primera parábola
es tan simple que está contenida en un solo versículo: <> (Mateo 13:44).
Esta historia tan
sencilla demuestra que Jesús estaba tratando con figura familiar. Los oyentes entenderían
el contexto legal y cultural sin ninguna explicación. Pero para nosotros es
necesario un poco del trasfondo. Vamos a empezar con una historia reciente y
sorprendentemente similar que se hizo viral en la Internet en febrero de 2014.
Una pareja del norte de California estaban caminando a su perro en su propiedad
cuando vieron algo que comenzaba a surgir de debajo de la suciedad del sendero.
Era una lata corroída que había sido enterrada años antes. Excavaron y
encontraron más latas, todas contenían monedas de oro, más de 1.400 monedas en
total, por valor de más de diez millones de dólares. Las monedas fueron
acuñadas en San Francisco en varias ocasiones entre los años 1847 y 1894,
fechas que abarcan la época de la fiebre del oro en california. Una moneda particularmente
rara en la colección fue valorada en más de un millón de dólares. Se cree que
es el más valioso tesoro escondido jamás descubierto en Estados Unidos. 1 La
mayoría de los informes de noticias de la red que cubrieron la historia destaco
el hecho de que las probabilidades de ganar la lotería son varios miles de
veces mayor que la posibilidad de encontrar un tesoro tan raro.
Ocultar un tesoro en
un campo era tal vez más común en época
de nuestro Señor de lo que es hoy. Las personas ponen hoy su dinero en cuentas
de ahorros y préstamos, o lo invierten en acciones, bonos, valores o bienes
raíces. Otros objetos de valor son normalmente encerrados en cajas de
seguridad. En tiempos de Jesús, los cambistas y prestamistas operaban en
conexión con el templo en lugar de con los bancos. Ellos no ofrecían lugares
seguros para almacenar la riqueza propia. La riqueza se solía invertir en
tierra y posesiones. Solo los extremadamente ricos tendrían un superávit de
monedas, joyas o cualquier otro tesoro valioso, y era tarea del individuo que
poseía tal exceso el encontrar una manera de ocultarlo.
En tierras donde las
guerras y las agitaciones políticas eran bastante comunes, enterrar las
riquezas era un medio conveniente para proteger el patrimonio de la familia.
Los ejércitos conquistadores siempre creían que tenían derecho a los despojos
de la guerra. Algunos tomaron esto como un derecho para robar y saquear a los
habitantes locales. Si una batalla estaba en el horizonte, una persona prudente
tomaría las joyas o el dinero que guardaba en la casa, lo enterraría en una vasija
de barro y recordaría el lugar para poder recuperarla cuando el peligro hubiera
pasado. Josefo escribió sobre las consecuencias de la destrucción de Jerusalén
por Roma bajo Tito Vespasiano en el año 70 a.c.:
No pequeña cantidad de las riquezas que habían estado
en esa ciudad [estaba] todavía entre sus ruinas; una gran cantidad de las
cuales los romanos cavaron en busca de ellas: pero la mayor parte fue
descubierta por aquellos que estaban cautivos, y por los que se la llevaron, me
refiero al oro, y la plata, y el resto de los muebles mas preciosos que los
judíos tenían, y que los propietarios habían atesorado bajo tierra, en contra
de las fortunas incertidumbres de la guerra.2
A veces las personas enterraban
objetos de valor ya fuera por asustadísimo temor, desconfianza o pereza. Jesús
hace referencia a esto en Mateo25:18,
donde en una de sus parábolas describe un mayordomo perezoso que <>, en lugar de invertirlo
o ponerlo a trabajar para algún fin lucrativo. Jesús afirmo que al menos
debería haber devuelto el dinero con los intereses. Enterrar el dinero cuando
la oportunidad de ganar algo con él era necia e infiel. (Vamos a examinar esa
parábola en el capitulo siete).
Así que aquí está un
hombre que descubre un tesoro escondido en un campo que pertenece a otra
persona. El podría haber sido empleado por el dueño del campo para que cultivara
la tierra. Mientras esta arando, desentierra un tesoro escondido.
Inmediatamente, el lo pone de vuelta donde lo encontró. Entonces va y vende
todo lo que tiene, y compra aquel campo con el fin de poder obtener el tesoro
escondido en ella.
No se nos dice exactamente
lo que el tesoro era, solo que era inmensamente valioso.
Los lectores a veces
se preguntan si lo que el hombre hizo fue ético. El descubre un tesoro que no
le pertenece, luego lo entierra de nuevo sin decirle al dueño del campo. ¿Acaso
no era su deber informar su hallazgo al propietario de la tierra?
El
no lo hizo. La ley rabínica judía era muy específica acerca de tales cosas.
Cuando un objeto de valor, cuyo propietario era desconocido, se encontraba al
aire libre (incluso a las afueras de las puertas de la casa), el propietario de
la tierra no tenía ningún derecho para reclamarlo. He aquí una muestra de una
colección moderna de fuentes antiguas:
[Si] el encontró [un objeto] entre las tablas
[en el umbral de la puerta de entrada a la casa], [si el objeto se encuentra]
en la jamba y hacia el exterior, pertenece a [el que lo encontró]. Si se
encuentra en la puerta jamba y hacia adentro, pertenece a la familia. [Si] uno
encontró un objeto en un agujero o una nueva pared, si el objetó se encuentra en
el punto medio y hacia adentro [hacia el interior de la casa, [, pertenece a la
familia….. [Si la pared o agujero] fue abierta completamente al exterior,
incluso si el objeto se encuentra en el punto medio hacia el interior de la
casa, pertenece al que lo encontró. [Si la pared o el agujero] estaba abierto
del todo hacia adentro, incluso si él o objeto se encuentra en el punto medio
hacia el exterior de la casa, pertenece a la familia. 3
El tesoro encontrado en el campo claramente no pertenecia al dueño de la
tierra. (Si hubiera sido suyo, el habria cabado antes de vender su terreno a
otra persona. El hecho de que el no sabia que estaba alli significa que no
tenia derecho previo sobre el). Por lo tanto, según la ley judia, pertenecia al
que lo habia encontrado.
Si el hombre que encontro
el tesoro hubiera sido menos escrupuloso, simplemente podria haberlo agarrado y
compartido. O podria simplemente haber tomado parte del tesoro y usarlo para
comprar el campo que contenia el resto. Pero el no hizo eso. Tampoco
innecesariamente provoco un debate acerca de quien era el propietario legitimo.
El simplemente tomo el tesoro que habia encontrado y lo puso de vuelta en el
terreno. Luego, vendio todo lo que tenia en la faz de la tierra y compro todo
el campo solo para tener la propiedad indiscutible de ese tesoro.
Esta es la premisa de la parabola: un hombre
encontro algo tan valioso que vendio todo lo que poseia para poder conseguirlo.
Estaba tan contento, tan abrumado por el valor de su descubrimiento que estaba
ansioso por entregar todo lo que tenia con tal de ganar ese tesoro.
La Perla de Gran
Precio.
La segunda parabola tiene la misma idea central: << Tambien el reino
de los cielos es semejante a un mercader que busca perlas, que habiendo hallado
una perla preciosa, fue y vendio todo lo que tenia, y la compro>> (Mateo 13:45-46).
Este hombre era
probablente un mayorista. (La palabra para <> es emporos
en el texto griego. Es la misma palabra de la que se deriva emporioen
castellano). El viajaria de ciudad en ciudad, por mercados, puertos pesqueros y
ferias comerciales, en busca de perlas de alta calidad para comprarlas y
revenderlas. La gente hace lo mismo hoy dia con las antiguedades. Busca en
graneros y desvanes viejos y asisten a las ventas de bienes, con la esperanza
de encontrar entre todos los muebles de
segunda mano un tesoro valioso que se pueda obtener por una ganga.
Las perlas en tiempos de
Jesus eran equivalentes a los diamantes en la actualidad. Perlas bien formadas
eran tan valiosas como cualquier gema preciosa. Las perlas tambien hicieron que
las riquezas fueran mas faciles de transportar. Si tenia buenas perlas, usted
era dueño de una fortuna. Buzos que trabajaban gratis (sin masc aras de buceo,
trajes apropiados, pesos adecuados o aparato de respiracion) las reunian desde
profundidades peligrosas del mar Rojo, el Golfo Persico y el Oceano Indico.
Muchos murieron en este tipo de inmerciones. Los buzos de perlas se ataban
rocas a sus cuerpos, tomaban una respiracion larga y profunda, y saltaban desde
el lado de un barco y revisaban el lodo del fondo en busca de las ostras.
Una sola perla con la debida perfeccion, tamaño y belleza
podria ser de gran valor. Cuando Jesus dijo: <> (Mateo
7:6), El estaba pintando un cuadro absurdo para iulustrar la locura de
tratar de razonar con personas que claramente no tienen nada mas que despreio
por la verdad. ¿Qien iba a esperar que la mas inferior de las bestias inmundas
apreciara algo tan valioso como las perlas?
Este comerciante buscaba perlas finas para vender porque
porque era una invercion confiable; aumentaban en valor a medida que pasaba el
tiempo. Como es el caso hoy dia, los invercionistas sabios diversifican:
guardan un poco de dinero, invierten cierta cantidad en perlas y otra parte en
el sector inmobiliario. La unica cosa que los inversionistas inteligentes no
solian hacer era poner todo en un solo producto.
En vista de ello, es significativo que es estas dos
parabolas los personajes principales hicieron precisamente lo que los asesore
en inverciones con mas experiencia nos advertirian no hacer. El primer hombre
lo vendio todo y compro un campo. El segundo lo vendio todo y compro una perla.
Seis Verdades
Vitales
Acerca Del
Reino.
Estas dos simples parabolas no tratatan acerca de los principios de
invercion. Ellas tienen una idea clave que es espiritual: todo lo que este
mundo considera que vale la pena o es importante, es considerado como pura
perdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo y ser parte de
su reino (Filipenses 3:7-8). Este
punto resume varias lecciones fundamentales acerca del reino que se entretejen
en estas parabolas.
En primer lugar es una
verdad que hemos tocado ya: el reino es
de un valor que no tiene precio. En Cristo y su reino tenemos un tesoro
eterno que es rico mas alla de cualquier comparacion. Este tesoroes
incorruptible, incontaminado, inmarcesible, eterno y recervado en los cielos
para los creyentes (1 Pedro 1:4).
Ambas parabolas presentan
una fortuna de valor incomparable que representa el reino de Dios. Tenga en
cuenta como hemos definido el reino: es ese reinado donde Cristo gobierna con
bondad y bendice eternamente a los
sujetos que con mucho gozo le aceptan por fe como Señor. Es el reinado de la
salvacion.Cristo es el indescutible soberano en el, y su gloria es la pieza
central del reino.
Esto por si solo seria
suficiente para establecer el valor infinito del reino,pero no es todo. El
reino consiste en todo lo que es eterno, todo lo que tiene verdadero valor
intrinseco y todo lo que es permanentemente in corructible e incontaminado.
Todo lo demaspasara, mientras que la bienaventuranza del reino no puede
desaparecer o disminuir. De hecho, <> (Isaias 9:7).
Parafraseando un himno favorito, la paz del reino es perfecta, pero fluye mas
completa cada dia; perfecta, pero se hase mas profunda durante todo el sendero. 4
El reino es un tesoro
celestial descansando en el campo de este mundo pobre maldito y en bancarrota.Es un premio
suficiente para hacer que cada uno de los pobres, miserables, ciegos y
pecadores habitantes de la tierra sea inconmesurablemente rico para toda la
eternidad. El tesoro incluye la salvacion, el perdon, el amor,el gozo, la paz, la
virtud, la bondadf, la gloria, la vida eternaen el cielo, de la presencia de
Dios bajo su sonrisa, y el mismo Cristo. Literalmente, todo lo que es de valor
eterno se ngloba en el tesoro del reino.
Espor eso que este es el bien mas valioso que jamas pude ser encontrado, y
solo un tonto por completo no estaria dsipuesto a renunciar a todo lo que tiene
para obtenerlo.
Una segunda leccion aquí
es: el reino no es visible superficialmente. El tesoro estaba escondido; la
perla tuvo que ser buscada. No eran evidentes para el obserbador casual. Esto
es exactamente igual en las parabolas. El verdadero significado no se
manifiesta de inmediato. Esta ahí paraaquellos que lo buscan, pero no se
destaca ni es inconfundible para alguien cuyo interes es meramente tibio.
Del mismo modo, Jesus
afirmo que el reino de Dios no viene con fanfarria; la mayoria no presta
atencion de cualquier manera (Lucas
17:20). Las realidades espirituales no se pueden percibir de forma natural
y por lo tanto no se aprecian en modo alguno por la humanidad no
regenerada. << Nadie conocio las
cosas de Dios, sino el Espiritu de Dios>> (1 Corintios 2:11). <> (v. 14). <> (Juan 3:3). De modo que el Reino de Dios y su valor real permanecen
ocultos de las mentes carnales. Es por esto que el tesoro de la salvacion no es
muy estimado o incluso descubierto por la mayoria. Despues de todo, <<
los designios de de la carne son enemistad contra Dios>> (Romanos 8:7).
Tambien esto explica por que la gente del mundo no comprende o valora por
que los cristianos estan apasionados con la gloria de Dios. Esas personas no
entienden por que nosotros valoramos
tanto el reino de los cielos cuando este no significa nada para ellas. Las
personas no regeneradas no tienen sentido de lo que implica la gloria divina.
No pueden entender por que alguien estaria dispuesto a someterse al señorio de
Jesucristo. No entienden por que alguien podria repudiar el pecado y sus
placeres con el fin de seguir la justicia, sacrificando placeres terrenales por
goces celestiales. Esto va en contra de todo instinto y cada deseo del corazon
humano caido.
Las personas estan
siplemente ciegas a las riquezas del reino. Las Escrituras afirman: <<
los cuales el dios de este siglo cego el entendimiento de los incredulos, para
que no les resplandesca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es
la imagen de Dios>> (2 Corintios
4:4). Cristo, que es la luz del mundo, <> (Juan
1:10-11).
En gran medida, esto explica el deteriodo moral de nuestra
cultura hoy. Los pecadores no se inclinan naturalmente a buscar a Dios. De
hecho, las Escrituras declaran: <> (Romanos 3:11). Pero solo aquellos que
le buscan lo encontraran. Y losque le buscan, lo hacen porque Dios en su gracia
los atrae a Cristo (Juan 6:44), no
arrastrandolos en contra de su voluntad, sino <> (Oseas 11:4).
Dios invita (e insta) a todos a buscar <> (Isaias 55:6). Y Cristo mismo promete: <> (Mateo 7:7-8).
He aquí una tercerera leccion de
estas dos parabolas: el reino se apropia
personalmente. La figura clave en ambas parabolas es un individuo. Cada uno
encuentra algo