Situaciones difíciles como la que enfrentamos en este momento, nos llevan a evaluar la manera en que hemos estado viviendo.
La sociedad se ha visto obligada a recurrir al aislamiento, algo que no habíamos experimentado antes, y si bien puede ser complicado adecuarse, de una manera u otra nos lleva a valorar a las personas de nuestro entorno, pero también nos invita a la introspección. Es decir, a analizar dónde estamos, cómo llegamos a ese punto y si es algo positivo o no. Pero la pregunta más importante es ¿Dios ha formado parte de todo ese proceso? ¿O lo hemos limitado a ser un espectador de nuestra vida?
El profeta Isaías en este pasaje nos entrega palabras que Dios quiere que escuchemos:
Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.
Isaías 44:22 (RVR1960).
Gracias a la obra de Cristo en la cruz, todos y cada uno de nosotros, tenemos la oportunidad de acercarnos y recibir perdón por haber elegido vivir alejados de Su presencia. El Señor pide que nos volvamos a Él, que deshará toda rebelión y pecado como si fuera niebla.
No hay mejor momento que ahora, para tomar esta decisión, no lo postergues más y acude a Dios, toma en cuenta que Él te ama y quiere lo mejor para ti.
Por otro lado, si ya tienes una relación con el Señor, pero consideras que no es estable, aprovecha esta oportunidad para afianzar tus pasos en el camino de la fe.
Para cada situación y circunstancia, Dios tiene una respuesta y solución, sólo debes comunicarte con Él, las herramientas para hacerlo son: la oración y la lectura de la Biblia que es Su Palabra.
Hijo mío, presta atención a lo que te digo. Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo.
Proverbios 4:20-22 (NTV).