“Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones”

Jeremías 1:5

(Biblia Nueva Versión Internacional)

Posiblemente estas pasando por uno de tus peores momentos espirituales, a lo mejor todo se está poniendo en tu contra, y a consecuencia de eso en alguna oportunidad has pensado en retroceder o en simplemente rendirte.

Quiero que sepas que hay momentos en la vida, en donde todo parece muy difícil de entender, en donde no le encontramos sentido del por qué de todo lo que nos esta pasando o del por qué nos tocó a nosotros enfrentar eso.

Sin embargo, quiero recordarte que tú eres especial, pues Dios te eligió desde antes que te formases en el vientre de tu madre. Eso significa que todo lo que a tu vida viene esta supervisado por Dios mismo y cada cosa que te toque enfrentar por muy difícil que parezca, Dios estará allí a tu lado para darte la fortaleza necesaria para salir adelante.

Por lo tanto, ¡No te rindas!, no te canses de luchar, no te canses de creer, no te canses de confiar, porque a su tiempo verás las respuestas que Dios tenía preparadas para tu vida para cada problema que se te presente.

En cada uno de esos problemas que hoy estás enfrenando Dios se manifestará en tu vida y te dará las salidas que sean necesarias, abrirá puertas donde ni siquiera imaginabas que podrían existir, usará personas que nunca imaginas que podrían ser de bendición para tu vida para llevarte siempre el alimento necesario para tu vida espiritual.

¡No te rindas!, porque tiene un gran valor para Dios, eres la niña de sus ojos, su especial tesoro y Él no te dejará solo. Todo eso es razón suficiente para no rendirte.

¡No te rindas!, porque cuando Dios te llamó ya tenía un plan trazado para tu vida, el cual se está llevando acabo y lo que hoy estás pasando en poco tiempo será un testimonio que contarás sobre el poder de Dios y cómo Él te saco de todo eso.

Hoy te invito a tomar fuerzas de donde pareciera que no las hay, a no darte por vencido, a no dejar que el enemigo se salga con las suyas, a creer en lo que Dios va a hacer en tu vida, a confiar que de esta también te sacará adelante el Señor.

Déjame orar por ti en esta hora para que Dios renueve tus fuerzas:

“Padre amado que estás en los cielos, gracias te doy por este tiempo, por la oportunidad que me das de hablarle a tus hijos amados, por el privilegio que me das de proclamar una palabra de fortaleza a sus vidas en medio de este momento de confusión y de debilidad.

Señor, te pido con todo mi corazón que puedas fortalecer la vida de cada una de las personas que están escuchando estas palabras, te pido que puedas renovar sus pensamientos, que puedas renovar su visión, pero sobre todo que les puedas dar el deseo y la voluntad de seguir luchando.

Padre, aumenta la fe de cada uno de ellos, pon en el corazón de cada uno esa fe que los mueva a esforzarse, esa fe que los mueva a confiar totalmente de que tu tienes todo bajo control.

Hoy bendigo la vida de cada uno de ellos en tu Nombre, y te pido que los tomes de la mano y no lo sueltes, porque cada uno de ellos testificará de lo que tu harás en sus vidas a través de esa situación que hoy están enfrentando.

Bendícelos Señor, cuídalos, protégelos y enséñales siempre tu voluntad perfecta para sus vidas.

Todo te lo pido, en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén y amén.”

¡No te rindas! ¡Dios te dará la victoria!

“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.”

Isaías 41:10 (NTV)

Enrique Monterroza