confiado el control total sobre sus asuntos y bienes. El
mayordomo tenía derecho a actuar por su propia cuenta sin una estrecha supervisión
o interferencia. El dueño de la empresa nunca hubiera descubierto la mala
gestión del administrador si alguien de afuera no se lo dijera.
Debe
haber sido una muy mala noticia para el hombre rico cuando el mayordomo
<< fue acusado ante el cómo disipador de sus bienes>> (Lucas 16:1). A juzgar por la respuesta, tanto del hombre rico como
las acciones posteriores del mayordomo, había mucho de verdad en el informe.
Este administrador de confianza efectivamente había violado la confianza
implícita que se había depositado en él, y no se podía negar el hecho.
El
hombre rico actuó de inmediato. Llamo a su mayordomo y le pregunto:<<
¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás
ser mayordomo>> (v.2). Una vez más, esto indica que el dueño vivía a
cierta distancia del sitio donde se encontraban las instalaciones del negocio,
porque no intervino de inmediato para hacerse cargo de los asuntos de la
empresa. En lugar de esto, exigió una explicación completa del mayordomo y le
advirtió que una vez terminado de hacer su informe, quedaría sin empleo. El
mayordomo solo necesitaba terminar lo que estaba haciendo y preparase para dejar
la empresa.
Francamente,
esto fue una mala decisión por parte del propietario. Si el informe de mal
manejo económico era creíble, ¿Por qué darle más tiempo para hacer más daño?
Cuando claras señales indican que alguien es culpable de la mala gestión, esa
persona debería separarse de inmediato de toda responsabilidad. Porque si un mayordomo
despilfarra los bienes de su amo, tiene que responder por esa amala conducta.
Claramente en este caso el mayordomo no era de confiar cuando se había
eliminado el último incentivo que fuera honesto.
Evidentemente,
no tenia como encubrir su culpabilidad, así,
mientras preparaba su contabilidad final invento un plan audaz para asegurarse
que cuando perdiera su trabajo, no terminaría en la calle. Evidentemente el
negocio le había proporcionado vivienda, porque esta era una de sus principales
preocupaciones (v.4). Una vez que no
continuara con este trabajo quedaría literalmente sin ingresos y sin un lugar
para vivir. Se enfrentaba a un futuro sombrío con una mancha indeleble en su
expediente de empleo. Su situación parecía desesperada.
Todos estos pensamientos se expresaron en su
soliloquio: <> (Lucas 16:3). Era un hombre
profesional; un ejecutivo de escritorio. Cavar es un trabajo duro, y además, el
pensaba que ese trabajo estaba por debajo de su condición. Desde luego, no
quería volverse un mendigo.
Pero
entonces tuvo una gran idea, una especie de epifanía. << Ya sé lo que
hare>> (V.4). El verbo en el
texto griego es egnon, literalmente:
<< ¡Ya se! >>. Tiene el sentido de una idea brillante en la que cayó
en cuenta de repente. Se le ocurrió que el todavía tenía a su disposición los
medios para congraciarse con los deudores del hombre rico. A juzgar por el Tamaño
de sus deudas, ellos también eran hombres de recursos sustanciales. El
mayordomo utilizaría lo poco que le quedaba de su autoridad delegada para
reducir las deudas de ellos a fin de que le quedaran debiendo grandes favores.
Este
era su plan: las deudas en esta economía agrícola normalmente se pagaban en
especies al tiempo de la cosecha. El aceite en el versículo 6 se refiere al aceite de oliva, un alimento básico en
todas las culturas del mediterráneo. El trigo era igualmente un producto
esencial. No era inaudito entonces (como lo sería ahora) que un acreedor
renegociara sus deudas en productos básicos como estos y con ello evitar
ejecuciones financieras en tiempos de sequia, daños a los cultivos u otros
problemas económicos. Por ejemplo, si el mal tiempo o los insectos causaban una
destrucción generalizada de los cultivos, el valor del trigo y el aceite
subirían. Una sola medida de trigo en tiempos difíciles podría valer más de
cinco medidas en tiempos de abundancia. Para un acreedor podría resultarle
ventajoso aceptar un retorno reducido de la inversión en tiempos difíciles en
lugar de llevar a la quiebra a sus deudores.
Pero
en este caso no había ningún indicio de fluctuaciones de precios o malas
cosechas. Se trataba, simplemente, de que el administrador estaba actuando a
favor de sí mismo. Así que antes de que los deudores incluso se enteraran de
que había sido despedido, los llamo uno
por uno y les hizo ofertas para descontar sus deudas en cantidades que
iban del veinte al cincuenta por ciento. Cuando llegara la cosecha y también el
pago de la deuda, tendrían que pagar mucho menos de lo que originalmente
debían.
Este fue un gran favor a los deudores
y por lo tanto, el mayordomo hizo que
quienes le debian a su amo ahora
estubieran en deuda con el. En aquella sociedad la reciprocacidad se
concideraba esencial, por lo que le estaba garantizado que cuando ya no
estubiera empleado como mayordomo, el seguiria siendo bien recivido.
Tecnicamente, el hombre todabia
tenia autoridad legal para dar descuentos como estos. Sin embargo, moral y
eticamente, sus acciones eran reprochables. Ya estaba siendo despedido por el
derroche de recursos de su amo. Este plan de descuento equibalia a malversacion
de fondos. Fue una apropiacion indebida y deliverada de los recursos del dueño.
El mayordomo infiel nunca seria capaz de ocultar lo que estaba haciendo, pero
este hombre no tenia ni conciencia ni remordimiento. El era descarado. Estaba
preocupado de una sola persona en el universo: el mismo. Si no podia ganarce la
vida honestamente, lo haria de cualquier otra manera quer pudiera.
Despues de todo, el no tenia nada
que perder. Si hubiera sido alguien con principios o que se preocupaba por la
integridad, el no habria llegado a esa situacion en primera instancia. Su reputacion
no tardaria en verse seria y permanentemente empañada. Pero por muy poco
tiempo, tenia autoridad legal para negociar estos <>. El
dueño no tendria medios para castigarlo aun mas. ¿Qué le podria importar los
escrupulos a un hombre en esta posicion?
Estos eran grandes y costosos
descuentos. ¿Cien barriles de aceite eran 875 galones. El precio de esta
cantidad de aceite seria de alrededor de unos mil denarios. Un cincuenta por
ciento de descuento era igual al salario medio de un obrero durante mas de un año
y medio. Cien medidas de trigo eran mil fanegas. Se requiere un centenar de
hectareas para producir esta cantidad de trigo. Su valor total igualaba entre
ocho y diez años de trabajo para el agricultor promedio. Este veinte por ciento
significaba una reguccion de pago de cerca de dso años. Y estos dos deudores
eran solo una muestra representativa. El versiculo 5 dice que el mayordomo
<
Por supuesto, los deudores estaban
felices de aceptar el trato (<>, como el mayordomo dice en
el versiculo 6). Probablemente
asumieron que el estaba actuando de buena fe a favor de su amo.
Acababa de estafar una fortuna al
hombre rico.
Lo tramautizante.
Aquí es donde
la historia toma un giro sorprendente. Podriamos esperar que esta parabola
terminara como la historia del otro mayordomo malvado en Mateo 24:50-51: << Vendra el Señor de aquel siervo en dia que
este no espera, y a al hora que no sabe, y lo castigara duramente, y pondra su
parte con los hipocritas; alli sera el lloro y el crujir de dientes>>.
Pero no fue asi, sino que <> (Lucas 16:8).
Hasta este punto de la historia era
bastante facil simpatizar con el hombre rico. Parecia solo una victima de la argucia del mayordomo
infiel. Pero el hecho de que el admiraba la estratagema poco etica de su
empleado da a entender que el hombre rico a si mismo no era un dechado de
integridad pura.
Es importante entender que a
diferencia del dueño en Mateo 24:45-51,
o el señor en Mateo 25:14-30, el
hombre rico en esta historia no es una figura de Cristo. Jesus establecio
deliberadamente esta historia en el ambito de los negocios seculares, donde
este tipo de pecado, de proteccion propia y de maniobras maquiavelicas no solo
son comunes, sino que a menudo se consideran parte de el juego. Incluso hoy,
los hombres de negocios ricos a menudo expresan admiracion por las tacticas
astutas. Pero solapadas, tanto de los rivales como de los socios. Tal es la
naturaleza de los negocios en un mundo sin Dios.
Pero notese tambien que el lenguaje
en el texto es muy especifico. No es la villania del mayordomo por lo que el
senor admira. Recuerde que el hombre rico en esta parabola pretende castigar al
administrador por ser un despilfarrador. Desde luego, no estaba de acuerdo con
la deslealtad del hombre ni pensaba lo mejor de su despreciable personalidad.
El no aplaudio la falta de honor del mayordomo. Lo que elogio fue lo sagaz que habia sido. <por haber
hecho sagazmente>> (Lucas 16:8,
enfasis añadido).
La palabra griega traducida como
< es Phronimos, que significa << con
prudencia >> o << astutamente >>. El vocablo tiene la idea de
ser cauteloso, ingenioso y perspicaz. El plan del mayordomo, aunque solapado,
era extremadamente ingenioso: aprovecho de manera cuidadosa la breve y fugaz
oportunidad que tenia. Manipulo los recursos que estaban temporalmente en su
poder para lograr fines ventajosos a alrgo plazo. Utilizo los recursos de su
señor para hacerles a estos deudores un inmenso bien. Se gano la amistad de
ellos con generosidad prodiga. Y no era solo la amistad de un deudor cuya
amistad se compro, sino la de todos ellos. Asi que amplio sus opciones, porque
ahora tenia a muchos influyentes hombres de negocios que habrian de tenderle
lamano cuando se lo solicitara.
El mayordomo mostro increible
previcion porque no estaba pensando en como cubrir o excusar sus pasadaas
transgreciones. El solo estaba tratando de asegurar su futuro.
La explicacion.
Entonces Jesús afirma con claridad cuál es su
punto de vista: << Los hijos de este siglo son más sagaces en el trato
con sus semejantes que los hijos de luz>> (Lucas 16:8). Los pecadores tienden a ser más inteligentes, con visión
de futuro y diligentes en su corto bienestar temporal que lo que los santos lo
están en la tarea de acumular tesoros para la eternidad. Este es el asunto
declarado sucesivamente por el mismo Jesús. << Los hijos de este
siglo>> son los que no tienen parte ni interés en el reino de Dios. No
tienen nada que esperar, excepto los años restantes de su vida terrenal. Pero
ellos están más preocupados y son más inteligentes cuando se trata de asegurar
un futuro ventajoso para sus años de jubilación que << los hijos de la
luz >>, quienes tienen un futuro eterno para cual prepararse. Esto es
cierto. Gente impía invierte una energía increíble, habilidad y perspectiva en
la tarea de adquirir bienes terrenales para los años restantes de esta vida.
Principalmente porque esto es todo lo que en realidad tienen que esperar.
La expresión
<> es una frase común del Nuevo Testamento que
designa a los verdaderos discípulos de Cristo, es decir a los redimidos (Juan 12:36; Efesios 5:8; 1 Tesalonicenses 5:5). Después de todo,
<< nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al
Salvador, al Señor Jesucristo>> (Filipenses
3:20). Por lo tanto, deberíamos tener nuestra mente puestas << en las
cosas de arriba, no en las de la tierra>>