¿Alguna vez te has preguntado si el Señor está de tu lado o tú del lado del Señor?
Se cuenta que durante los días más difíciles de la guerra civil estadounidense, cuando la situación parecía sin esperanza para la Unión; es decir, el territorio antiesclavista del Norte, un ministro le dijo a Lincoln:
-Espero, Sr. Presidente, que el Señor esté a nuestro lado en este conflicto.
-Esto no me preocupa tanto – replicó Lincoln – como el que nosotros estemos del lado del Señor.
¿Estás del lado del Señor?
Muchas veces emprendemos cosas sin preguntar al Señor cuál es su voluntad, guiados únicamente por nuestro conocimiento.
Quizás se presentó una oferta muy tentadora de un negocio y no dudaste en aceptarlo; tal vez decidiste casarte con alguien sin conocer bien a esa persona o sin tener las mismas convicciones, creyendo que arreglarían las cosas en el camino; o incluso hiciste una compra con un préstamo inmenso confiando en que Dios proveerá.
Si bien es cierto que Dios provee y que nos da las fuerzas y la sabiduría para salir adelante, también es verdad que, si no estamos en su voluntad las cosas no tendrán el final que esperamos.
¿De qué lado estás?
Para poder ser bendecido debes saber si el Señor está de tu lado o tú del lado del Señor, suena muy parecido pero no es lo mismo.
Muchas veces, en nuestras decisiones o cualquier cosa que hacemos, esperamos que Dios se ponga de nuestro lado, nos defienda y respalde aun cuando lo que hacemos no está en su voluntad e incluso quizás, va contra sus preceptos.
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores pero está dispuesto a escuchar a los que lo adoran y hacen su voluntad.
Juan 9:31 (NTV).
Dios siempre estará para defendernos, guiarnos, fortalecernos, ayudarnos, consolarnos y proveer para nuestras necesidades, mientras estemos dentro de su propósito; Él no respaldará nada que vaya en contra de su voluntad.
Por ese motivo es bueno preguntarnos de qué lado estamos. Siempre será mejor hacer la voluntad de Dios, estar de su lado y no sólo esperar a que Él nos socorra y se ponga de nuestro lado.
Busca siempre el consejo de Dios y procura hacer su voluntad para que en todo lo que hagas te vaya bien.
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