Bienaventurado el que lee,
y los que oyen las palabras de esta profecía,
y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca.
Apocalipsis 1:3.
Ríos de agua descendieron de mis ojos,
porque no guardaban tu ley.
Salmo 119:136.
Ocúpate en la lectura.
1ª Timoteo 4:13.
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