Este mensaje es para todo cristiano que está al borde del agotamiento, abrumado por su situación actual. Ha sido un siervo fiel, alimentando a otros, confiado en que Dios puede hacer lo imposible por su pueblo. Sin embargo, tiene dudas persistentes sobre la voluntad de Dios de intervenir en tu lucha actual.
Piensa en aquellos en el cuerpo de Cristo a quienes les has dado palabras de fe y esperanza, personas que enfrentan situaciones aparentemente sin esperanza. Los has instado, “¡Resistan! Dios es hacedor de milagros y sus promesas son verdaderas. No pierdan la esperanza, él responderá a tu clamor”.
Jesús hizo una declaración a los creyentes de todas las generaciones: “Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino” (Mateo 15:32). Él nos está diciendo: “Haré más por mi pueblo que sanarlo. Me aseguraré de que tengan suficiente pan para comer. Me preocupa todo lo que concierne a sus vidas”.
Todos creemos que Dios puede obrar milagros. Creemos en cada milagro que hemos leído en las Escrituras. Sin embargo, eso no es suficiente. La pregunta de Dios a todo su pueblo en este momento es: “¿Crees que puedo hacer un milagro para ti?” Y no sólo un milagro, sino un milagro para cada crisis, cada situación que enfrentamos.
Nuestra fe en tiempos difíciles obtiene para nosotros el testimonio de “un buen reporte”. “Porque por [su fe] alcanzaron buen testimonio los antiguos” (Hebreos 11:2). La palabra griega para “alcanzaron” aquí significa “dar testimonio, llegar a ser un testimonio”. Nuestros antepasados en el Señor tenían una fe firme y segura. Y su fe inquebrantable se convirtió en un testimonio de la fidelidad de Dios para el mundo en medio de tiempos difíciles.
Mientras descansas en él a través de las tormentas, manteniendo tu posición de fe, estás obteniendo un “buen reporte”. Y estás sirviendo como un faro de esperanza para quienes te rodean. Aquellos que vigilan tu vida: en casa, en el trabajo, en tu cuadra, están entendiendo que la esperanza está disponible para ellos.
Nuestro Dios nos ha provisto todo lo necesario para sostener nuestra fe, incluso cuando aumentan las calamidades. Se nos ha dado el testimonio del Espíritu Santo, que habita en nosotros, y la Palabra de Dios plenamente revelada en las Escrituras. Estos nos sostendrán, obteniendo para nosotros, el testimonio de un buen reporte incluso cuando el mundo tiembla.
David Wilkerson