Cuántas veces hemos querido resolver nuestros conflictos a nuestra manera y nos hemos encontrado más enredados. Pues hoy quiero decirte: aguarda, deja que Dios actúe.
Aunque no sea fácil, aguarda, deja que Dios actúe.
José vivió por muchas injusticias y problemas. De joven fue vendido a los egipcios por sus propios hermanos, luego de que Potifar lo comprara y lo nombrara su asistente, la esposa del oficial lo calumnió y fue enviado preso por largo tiempo.
En medio de estos acontecimientos, él no peleó en sus propias fuerzas, ni ideó la manera de poder escapar, ni vengarse de los que lo dañaban, se mantuvo fiel y obediente al Señor y espero que Dios actúe.
Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
Génesis 50:20 (RVR1960)
¡Dios es nuestro mejor defensor! porque actúa según sus intenciones santas y divinas; no es como nosotros que respondemos ante una situación adversa con enojo, ira, temor, ansiedad, resentimiento o celos. Así que, antes de reaccionar, aguarda, deja que Dios actúe.
Mantén la calma y confía en Dios
Esperar no significa quedarse de brazos cruzados sin hacer nada, sino que te mueve a actuar con fe, a orar más y depender del poder de Dios. Así podremos ser testigos de cómo el Señor responde a la confianza que depositamos en Él; como lo hizo con José, a quien bendijo de gran manera por la fe que le tenía.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7 (RVR 1960)
En vez de preocuparte por lo que estás atravesando, aguarda, deja que Dios actúe y pelee por ti y verás cómo su respuesta llega oportunamente.
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