Fiel es la persona que guarda fe o es constante en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en ella.
La fidelidad se prueba en cosas pequeñas
En la parábola de los talentos, Jesús enseña sobre la fidelidad y la responsabilidad con una ilustración.
Un hombre tenía que emprender un largo viaje. Pero antes de hacerlo reunió a sus siervos y les confió su dinero mientras estuviera ausente.
Dividió el dinero en cantidades diferentes según las capacidades de cada uno. Al primero le dio cinco bolsas de plata, al segundo, dos bolsas de plata y al último, una bolsa de plata. Luego se fue de viaje.
El primer siervo y el segundo, invirtieron el dinero que recibieron y ganaron la misma cantidad que les fue dada. A lo que su señor al regresar les dijo: “sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré” Mateo 25:21,23. (RVR 1960)
Pero el que recibió sólo una bolsa de plata, la escondió y se quedó sin hacer nada. A lo que su señor le dijo:
¡Siervo perverso y perezoso! Si sabías que cosechaba lo que no sembré y recogía lo que no cultivé, ¿por qué no depositaste mi dinero en el banco? Al menos hubiera podido obtener algún interés de él”. Entonces ordenó: “Quítenle el dinero a este siervo y dénselo al que tiene las diez bolsas de plata.
Mateo 25:26-28 (NTV)
¿Eres fiel o no a Dios?
Todos, absolutamente todos, hemos recibidos talentos de parte de Dios y al igual que en la parábola de los talentos, Jesús se fue para prepararnos un lugar; cuando todo esté listo Él volverá por nosotros. Cuando Él regrese tendrás que rendirle cuentas. ¿Qué estás haciendo con el talento que tienes? ¿Lo estás invirtiendo o escondiendo?
Cuando no obedecemos y no cumplimos con nuestras responsabilidades, demostramos que somos infieles, mostramos que no nos interesan las cosas de nuestro Señor.
Un claro ejemplo de desobediencia y rebeldía fue el pueblo de Israel. Por su falta de fe, se volvió infiel a Dios en varias ocasiones. En vez de creer en Él y obedecer su Palabra, buscaron dioses falsos e hicieron alianzas con pueblos paganos y, como consecuencia, pasaron 40 años en el desierto.
Permanece fiel a Dios, y si hasta hoy has escondido los talentos que tienes, recuerda que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. Hoy puedes volver a empezar y agradar al Señor.
Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia.
Santiago 1:25 (NTV)
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