El chocolate estimula la secreción de serotonina
(un neurotransmisor)
y de endormorfinas
(sustancia sedante que genera
de modo natural nuestro organismo),
que ayudan a mejorar
el estado anímico.
Este producto también aumenta
la producción de feniletilamina,
una sustancia que el cerebro secreta
cuando recibe un estimulo emocional.
Un consumo excesivo del mismo,
no obstante,
puede empeorar la salud,
debido a su alto contenido
en grasa y azúcar.