EL SERMÓN DEL MONTE
“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Mateo 7:28, 29).
EN ÉXODO, VEMOS CÓMO DIOS saca a los hijos de Israel de Egipto, los “bautiza” en el mar Rojo, los conduce por el desierto durante cuarenta años, obra señales y maravillas, y se encuentra con ellos personalmente en la cumbre de un monte donde les da su Ley.
En Mateo, vemos cómo Jesús sale de Egipto, es bautizado en el río Jordán, va al desierto durante cuarenta días, obra señales y maravillas, y se encuentra personalmente con Israel en un monte, donde amplifica esta misma Ley. Jesús caminó por la historia de Israel, y en él se cumplieron todas las promesas del pacto de Dios con Israel.
El Sermón del Monte es el sermón más poderoso alguna vez predicado. Sus palabras influyeron en sus oyentes inmediatos, pero también en todos los que oyeron sus mensajes transformadores a través de los siglos hasta hoy.
No obstante, no se trata solamente de escuchar este sermón; también tenemos que aplicarlo. Esta semana, veremos lo que dijo Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 5-7), y lo que dijo en Mateo 13 acerca de aplicar sus palabras a nuestras vidas.