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General: VIVE JUAREZ BAJO LA AMENAZA DEL SISMO MAS GRANDE DE TODA SU HISTORIA
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Atlantida  (Mensaje original) Enviado: 25/02/2025 00:23
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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Atlantida Enviado: 25/02/2025 00:32

Ciudad Juárez.- Todavía conmocionados por el sismo del pasado viernes, Ciudad Juárez vive bajo la amenaza de más movimientos telúricos: mucho más grandes que los antes vistos, de proporciones potencialmente catastróficas y no ocasionados por la influencia de las prácticas conocidas como “fracking”, sino por cuestiones totalmente naturales.

La Falla de la Montaña Franklin

Ese es el nombre de la falla tectónica más grande que tiene esta frontera. Nace desde la grieta del Río Grande y cruza desde la zona este de la mencionada montaña hasta Ciudad Juárez, partiéndola por la mitad y dejando vulnerables a sectores como la Zona Centro y el suroriente de la localidad ante un sismo de 7.0 grados en la escala de Richter. Siendo capaz, de arrasar con ambos puntos de la localidad.

“La falla de la Montaña Franklin es una falla que está dormida, pero a Juárez lo parte prácticamente a la mitad. Nosotros esperamos un sismo cuando la falla se mueva, y va a ser un sismo muy fuerte de 7.0 grados. Afectaría principalmente a la Zona Centro, al suroriente y particularmente a La Chaveña, que tienen estructuras muy comprometidas”, explica el geólogo de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) Óscar Dena.

De acuerdo con el Departamento de Geológica de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), la mencionada estructura geológica ha permanecido dormida cerca de 12 mil años y nunca se ha descartado que en algún punto de los próximos años se vuelva a reactivar. No obstante, al tratarse de una formación natural, no hay manera de predecir en qué momento volvería a la vida.

“Habría que revisar todas las estructuras, por que en muchos casos son casas de adobe, de condiciones muy precarias o, en zonas como la Chaveña, que está muy cerca de la falla. Podría ser catastrófico, cambiaría totalmente el aspecto físico de la Zona Centro y aparte golpearía en el corazón de la ciudad”, añade el geólogo.

Es por este motivo que los expertos en materia reiteran la necesidad de prepararse, concientizarse y aplicar planes de contingencia en caso de que se desate otro desastre natural. Sin embargo, a la amenaza también se le suma la actividad petrolera texana, esa misma que ocasionó el temblor del pasado viernes.

La “anomalía” del lado este

De acuerdo con geólogos de la vecina frontera, es casi seguro el hecho de que el movimiento telúrico de la semana pasada, con magnitud de 5.0 grados y con epicentro al oeste de Pecos Texas, fue provocado por las perforaciones para extraer gas y petróleo en la bautizada como “Permian Basin” (Cuenca pérmica).

Acorde con los expertos, el causante de los sismos no es la extracción del material como tal, sino el hecho de taladrar e inyectar agua en profundidades y en altas presiones para realizar dicha actividad. Los fluidos hidráulicos terminan actuando como “lubricantes” en placas tectónicas que generalmente no se mueven gracias a la fricción.

“El fracking como tal no provoca terremotos, es el agua que se inyecta en la tierra es la que produce los sismos. Por lo general hay suficiente fricción en la región para que las fallas no se muevan, pero si les inyectas agua es como si las lubricaras y por eso se mueven las fracturas de la tierra y eso genera los terremotos”, explica para Netnoticias el doctor Jeffrey Amato, geólogo de la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU).

Si bien, no se considera como algo normal ni habitual en esta región, sí se sabe que el tamaño de los sismos es proporcional a las presiones de agua manejadas y no se detendrá por completo mientras se siga taladrando la tierra.

“No podemos tener toda la certeza, ni podemos estar 100 por ciento seguros, pero por el área del epicentro y por la actividad económica de fracking que es tan fuerte en el sector, si es mucho muy probable que esa haya sido la causante. Aparte es un fenómeno proporcional, el tamaño del temblor es proporcional a la velocidad con la que se taladra el suelo y se inyecta el agua”, añade Amato.

Por otro lado, también se pide hacer conciencia de que ninguno de los 13 mil movimientos sísmicos registrados el año pasado son cosa fuera de lo común y de que, efectivamente, Ciudad Juárez es una zona sísmica.

No se van a ir

Quienes conocen sobre estos desastres dejan claro que no se tiene previsto que cada sismo suba su intensidad de manera significativa, sin embargo, estos no se van a detener y seguirán siendo una constante en la región, independientemente de si son o no perceptibles para la sociedad.

“La percepción es que nos hace falta que esto penetre hacia la ciudadanía. Existe la creencia generalizada errónea de que Juárez no es una zona sísmica y sí lo es. Estamos evidentemente rodeados por volcanes y estructuras geológicas. Nos falta cuidado y nos falta que la gente entienda que esta es una realidad a la que nos tenemos que acostumbrar”, señala Dena.

Para ello sería necesaria la intervención del Centro Nacional para la Prevención de Desastres Naturales (Cenapred), serían ellos quienes pondrían las pautas para reforzar una ciudad que avanza en prevención de daños contra sismos en sus edificios más nuevos, pero que ha dejado rezagado a los demás y que, además, tiene cuando menos 8 mil hectáreas de tierra catalogadas como “en abandono”.




 
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