A mí mami, a esa persona a la que le diría
tantas cosas que me faltaron por decir.
Ha ese dichoso día donde todo se puso en contra,
donde el tiempo fue mi peor enemigo.
Y aquí estoy echándote de menos, echando de menos
ese refugio que eran tus brazos y esas palabras que
llegaban siempre en el momento donde me
ahogaba en simples tonterías y tú los
impregnabas de una dulce calma.
Cuando me sentía o me siento pequeña, recuerdo
esa ternura y fortaleza que desprendías, que
me hacen ver que soy quien soy gracias a ti.
Gracias por enseñarme tanto, por enseñarme a
sonreír ante la adversidad, por no rendirme
nunca, por lanzar sonrisas al aire ante una situación
complicada, por no dejarme caer, por ayudarme
a cada momento, en cada tropiezo, por agarrarme
la mano y no soltarme, siempre a mi lado en cada paso..
Sentirte cerca aún sintiendo ese enorme vacío que me dejaste .
Mami tan importante en mi vida, que resulta difícil
no sentir ese nudo que ahoga mi garganta, al no tenerte.