|
UN DÍA DE DICIEMBRE COMENZÓ
EL SUEÑO DE MIS SUEÑOS.
Soñarte no me costó nada.
Mi sueño contigo refleja ese gran amor que durante tantos años,
Desde un Noviembre nuestra historia de amor comenzaba.
Y en Diciembre un beso lo sellaba.
Amor que quedo guardado en el cofre de mi corazón como un tesoro.
El destino nos separó en aquel entonces.
Pero nuevamente para nuestra dicha,
Nuestros caminos se encontraron en un cruce de la vida.
Sin haber mala intención de nuestra parte,
Solo desearnos estar bien donde las vías del tren nos llevaron,
Sin embargo nos declaramos,
Que siempre permanecimos uno al otro atesorados.
Empezó el nuevo sueño...
Y en cada episodio fuimos revelando el mapa que siguieron nuestras vidas,
Nos confesamos cosas que con nadie más,
Compartimos y nos comprendimos mutuamente.
Compartimos la llave que abrió el cofre,
Y en el momento de nuestra imperiosa necesidad, ahí estábamos nuevamente.
Sí, ambos nos buscamos en este sueño...
Porque manteníamos esa llama ardiente que en el fondo amenazaba como un volcán con hacer erupción en cualquier momento.
Y fue así entre provocaciones y anhelos reprimidos,
Que nos dejamos llevar por la intensidad de la pasión...
Quizá de una forma extraña para muchos,
Pero no para quien lo ha vivido como nosotros lo vivimos.
Tu voz, tus palabras, tus letras, el estar pendientes uno del otro,
Nos hizo entregarnos al delirio nuevamente,
Y con mayor intensidad ahora que lo que fue ayer,
Cuando para tú era una dulce niña,
Que me sonrojaba toda al empezar a excitarme entre tus brazos.
¡Caray! pensar que aún me pasa tan solo al escucharte.
Ha sido complicado en todo momento,
Aunque lo hicimos cada semana,
Esos dos días especiales que eran para nosotros la travesura más ansiada.
Y así vivimos este sueño, entre mensajes, música, y poemas eróticos...
Palabras con los que tocabas mi piel que se sentía estremecer,
Tú te recreabas con mi imagen, Con cada vez que para ti la obsequiaba.
Decías que conmigo mucho te excitabas y que solo yo te lo provocaba.
Te gusta ver mi cuerpo, sus curvas y volúmenes y las posiciones que para ti posaba.
Ya fuera de frente queriendo saborear esos... cerezos que como poeta se habla.
O me sentabas sobre ti de la cintura tomada
Y así... nuestra oxitocina... tan,, tan elevada.
Y poco a poco hervía mi interior,
Te deslizabas desde mi rostro, donde mis labios tu nombre con amor pronunciaban.
Y me excitabas con tus labios por mi cuello y bajando por mi espalda,
Para detenerte ahí...
Así, mirándome detrás,
Para tocar la redondez de mis caderas,
Y sujetar mi cabello como teniendo tu presa para darle la primera estocada.
¡Que delirio! tan incongruente, sentir ese dolor que tanto disfrutaba.
¡Oh! ¡Que delicia! sentir que en mí estabas.
Hasta que mi boca se llenaba de húmedos gemidos,
Y queriendo más y más que no pares te clamaba.
Mis ojos febriles de gozo acumulado,
Latiendo el corazón fuerte al borde del colapso.
Mi interior de frecuentes espasmos a tu hombría aprisionaba,
Y terminaban provocando...que una ardiente lluvia nos bañara.
Mientras mis uñas en un intento por no desmayar a la sábana clavaba.
Y a la vez...
Tu voz también cambiaba,
En un embelesado tono que me indicaba que estabas satisfecho de lo que compartido juntos...
Esos dos días a la semana...
Autoría Heyjim Sanmar
| | | | | | | | | | | | | |
|